DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

MIEDO Y CONFLICTO por Brent Haskell

Hoy hablaré contigo sobre el miedo y el conflicto. Cuan apropiado es que hablemos de esas palabras juntas. Porque siempre, cuando estás en conflicto, cuando experiencias la ausencia de paz, no importa cuan sutilmente sea, es debido a tu miedo. Y siempre, el miedo es tu propia creación, tu propia elección.


 
Es verdad que el miedo es tu propia creación. Porque todo en tu vida es tu propia creación. Y eso incluye a tu miedo. Por lo tanto, tu miedo es y debe ser auto controlado. En verdad, te parece a ti que te PONES miedoso, y esa circunstancia tiene el poder de asustarte. Todo tu puedes recordar las veces en las cuales te sentiste con miedo verdadero. Y aunque alguien te dijera que esa situación no era real, que no debieras sentir miedo, sin embargo te ves imposibilitado de abandonar el miedo. Pero entonces me oyes decirte que el manejo del miedo depende de ti, que yo no puedo ayudarte a superar tu miedo. Ciertamente, eso es verdad.
 
Tu miedo es la piedra angular sobre la cual todo este mundo está construido. Tu creaste el miedo con el propósito de experienciar este mundo de separación imaginaria. Y en el momento, en el instante, aún cuando sea solo por un instante que dejes ir totalmente tu miedo, nunca más el mundo será igual para ti.
 
Definitivamente, tu miedo se relaciona a tus respuestas a dos preguntas: "¿Quién soy?" y "¿Que valoro y porqué?" Para aparentemente experienciar este mundo de ilusión, te has designado a ti mismo estar separado. Y así hiciste un "yo" que es solo tu definición de ti como un ser separado. Y eso es lo que yo llamo el ego. Pero este ego surgió del miedo mismo, que es tu creación, meticulosamente diseñada por ti, y es exactamente eso que temes dejar ir. Y definitivamente todo lo que valoras es eso que, en una u otra forma, provee y mantiene tu definición de lo que tú eres, todo lo cual es solo tu ego.
 
Así que te parece a ti, escúchame bien, te PARECE a ti, que si renuncias a parte de esta definición de qué o quién eres tú, esa parte de ti debe morir. Te parece a ti que si dejas de valorar eso que apoya tu creencia acerca de quien eres, que en verdad, en alguna medida, seguramente morirás. Nada podría estar más alejado de la verdad.
 
Esto es un ejemplo perfecto de lo que me refiero como el nivel de confusión. En este mundo de espacio, tiempo, cuerpos y el ego, todo ello parece tan real y parece tener grandes consecuencias. Cuando en verdad, nada podría estar más alejado de la verdad.
 
Y dentro de ese contexto, te he dicho que no me pidas, ni le pidas al Espíritu Santo que te ayude a superar tu miedo. Porque cuando le pides ayuda a alguien para que te ayude a superar tu miedo, estás implicando y creyendo que NO es tu responsabilidad superarlo por ti mismo.
 
Escúchame bien. Si yo o cualquier otro ser, fuéramos capaces de quitarte el miedo, destruiría en gran medida tu libertad. Escúchame bien. Dios es solo Amor. Y el Amor es solo libertad. Y tu libertad lleva implícito tu derecho a imaginarte a ti mismo con miedo por el tiempo y tan a menudo como lo desees. Si yo u otro, te quitáramos el miedo, si nosotros PUDIÉRAMOS hacerte algo en contra de tu voluntad, aún en la extracción de tú miedo, tú no serías libre. Y si no fueras libre, no serías amado. Y si tú no fueras amado, Dios no seria Dios.
 
Es absolutamente cierto que tú eliges lo que tú experienciarás. Lo eliges a nivel de la mente. Y todo lo que parece efectuarse es siempre producto de ese nivel. Y así es que si tu deseas eliminar tu miedo, debes tratar con tu miedo a nivel de la mente, donde él no existe.
 
Y así es como puedo ayudarte. Así es como el Espíritu Santo puede ayudarte. Así es como el Curso puede ayudarte a encontrar la libertad de tu miedo y la libertad de sus consecuencias imaginarias. Nosotros podemos ayudarte, guiándote - primero con tu forma de pensar aquí, luego a través de tu experiencia y después a través de tus pensamientos reales que funcionan a nivel de la mente. Podemos ayudarte a mover verticalmente desde el nivel de espacio y tiempo al nivel de la mente, Y cuando experiencies algo en su verdad completa a nivel de la mente, aunque sea por un instante, tu miedo pasará.
 
En cualquier momento que tengas miedo, siempre significa que has intentado dar apoyo a los pensamientos corporales, a la creencia en espacio y tiempo a nivel de la mente. Y eso significa que estás intentando darle realidad a los cuerpos, al espacio y al tiempo, que en verdad no tienen. Nada es real sino el Espíritu, la Mente y su habilidad creativa. Que es tu regalo de Dios, tu herencia como Su Hijo. Y de ese nivel creativo de la mente aparece Todo Lo Que Es, aún cuando algo de ello parezca tomar forma de ilusión.
 
Para controlar tu miedo, para controlar tus pensamientos, para liberarte a ti mismo de eso que te ata a esta tierra, que es finalmente tus respuestas a aquellas preguntas - ¿Quién soy? ¿Qué valoro y por qué? - y liberarte a ti mismo de esa prisión, debes dirigir tus propios pensamientos al nivel de la mente.
 
Y esto es como será para ti Cuando te sientes en tu silencio, cuando lees este Curso, cuando lees otras fuentes, cuando hablas con otras personas, siempre que experiencies algo que es de verdad, entonces esa experiencia, ese pensamiento, automáticamente vuela hacia el nivel de la mente. Y una vez allí, ello bendice a toda la Creación, incluyéndote a ti mismo.
 
Entonces parecerá como si yo o el Espíritu Santo te traemos de regreso la verdad de lo que habías pensado. Y eso pasa sin ningún esfuerzo de tu parte. Es posible para ti, dejar ir el miedo totalmente en un instante. Es posible para ti dejar ir el miedo en un proceso tan corto o tan largo como tu imagines que sea. Ambos son tu elección. Porque tal es tu libertad.
 
Si tu decides que te toma tiempo y en verdad, la mayoría de ustedes lo hace, entonces tu meta es esta —escuchar lo mejor que puedas, la verdad, tratar siempre de escucharla adentro, y en el silencio liberado de los pensamientos y preocupaciones de tu existencia de cada día, trata lo mejor que puedas, de permitir únicamente aquellos pensamientos que son compatibles con el amor. Y en la medida que tus pensamientos SON compatibles con el amor, ellos echarán el miedo. Ellos volarán al nivel de la mente y regresarán a ti como bendición tras bendición.
 
Así cuando sea que hagas algo, detente y pregúntame si ello está en armonía con nuestra voluntad como el Hijo de Dios. Si está, no tendrás miedo. Eso en verdad, requiere vigilancia. Pero verdaderamente no es difícil. La vigilancia simplemente significa que siempre que sientas cualquier descontento, cualquier miedo, cualquier molestia, detente y haz lo mejor que puedas y quédate en silencio y pregunta - ¿esto que yo hago esta en armonía con la Voz de Dios y el Espíritu Santo? Y encontrarás verdaderamente, un sentimiento, un discernimiento, una respuesta que vendrá a ti. Y cuando tú sigas eso, estás tomando los 5 pasos requeridos para eliminar el miedo de tu vida.
 
Parece muy simple, lo que te he sugerido y eso es exactamente correcto. Así es. Y no sabes la magnitud del poder y la fuerza que llegará a tu vida cuando decidas dar este simple paso en cada momento que sientas molestias y desarmonía. El cambio, la transformación en tu vida, cuando elijas hacer esto con diligencia y vigilancia, te sorprenderá.
 
Una y otra vez de nuevo te digo - solo escucha la Voz de Dios y ella siempre estará allí. Y eso es verdad. Debes, sin embargo, elegir enfrentar tu propio miedo, como he sugerido, para escuchar la Voz de Dios. Pero en verdad, tú lo harás.
 
Y entonces la Voz de Dios te conducirá dulcemente y directamente, por el camino, no por la autopista, a la libertad, a la paz, a la felicidad, donde todo es amor.
 
Bendiciones para todos. Eso es todo.

Miedo y conflicto [T-2-VI]. Haskell: «La otra voz»

SERGI TORRES: UN PUENTE A LA REALIDAD

Todo en el universo tiende a expandirse excepto la conciencia humana, que atenazada por el miedo se repliega en sí misma. Sin embargo, cada persona tiene la oportunidad de liberarse y tender un puente a una realidad mucho más elevada y gratificante. Este libro es una invitación a participar en un curso de milagros para, a través de tu mente, desplegar todo tu poder interior. Las vivencias e inspiraciones que se desgranan en él son un hilo de luz para despertar la divinidad que anida en ti. Cuando dejas espacio para que lo nuevo ocupe el lugar de lo viejo, emerge a la conciencia una certeza: el cosmos está perfectamente dirigido y tú formas parte del plan. No estás solo en esto. Nunca lo has estado. Ábrete ahora a la verdad que encierras en lo más profundo de tu corazón.




LA PRACTICA DEL CURSO PARA MAESTROS por Allen Watson


Como resultado de mi estudio del Curso, yo creo que el Libro de Ejercicios pretende entrenarnos para formar hábitos de práctica espiritual.

Se supone que esta práctica habitual continuará hasta que casi hayamos completado nuestro viaje espiritual. Déjenme tratar de explicar qué es lo que quiero decir por este hábito de práctica espiritual.




En el Manual para el Maestro, Capítulo 16, el Curso habla de lo que debiera ser la práctica diaria para aquellos que ya han completado el Libro de Ejercicios. Nos da una idea clara de qué tipo de práctica espiritual habría de surgir al completar el programa de entrenamiento del Libro de Ejercicios.

La discusión sobre la práctica diaria en este capítulo se hace más entendible si la ubicamos dentro del contexto de las diferentes categorías que el Curso trata en su programa de estudios

o       alumnos
o       maestros de Dios
o       maestros de Dios avanzados

Aquellos que han comenzado a estudiar el Curso, comienzan como alumnos o estudiantes, según los lineamientos expuestos más arriba. Luego, después de un cierto nivel de “realización”, nos convertimos en “maestros de Dios” (M-1.1:1).

¿Qué nos califica como un maestro de Dios? Las palabras de apertura de la primera sección del Manual para el Maestro presentan una calificación bastante amplia (favor leer M-1.1:1-3, 6- 8).

Por la definición dada aquí, parece que lo único que es necesario para convertirme en un maestro de Dios es un momento en que mi corazón se une con el corazón de otra persona en la búsqueda del objetivo compartido de la salvación.

Otra forma de ver esto tal vez sea que hemos experimentado un instante santo, o un momento de verdadero perdón.

Yo creo que el objetivo mutuo es la salvación porque la frase 7 lo da a entender, aunque queda claro que no hace falta que ese aspecto del objetivo sea consciente.
Con solo hacer la elección de considerar que mis intereses se funden o son idénticos con los de otra persona, es suficiente.

Sin embargo en el Capítulo 16, parece haber un conjunto de criterios distinto. El Manual claramente declara que un maestro que esté involucrado en la enseñanza del Curso debe haber completado el Libro de Ejercicios (M-16.3:7).

Por lo tanto, aunque en general se puede decir que un maestro de Dios es cualquier que haya hecho una decisión que involucra intereses comunes con otro, y dentro de este programa de estudios, también se requiere que se haya completado el estudio del Libro de Ejercicios.

Pareciera que el Curso está marcando una distinción entre un maestro de Dios en un sentido general, y un maestro de Dios que está compartiendo con otra persona el objetivo específico de aprender el Curso. Para ser un maestro en ese sentido especial, debe completar el Libro de Ejercicios.

En vista que el Libro de Ejercicios presume en muchos lugares que hemos estudiado el Texto (por ejemplo, LE-pI.153.6:3 y LE-pI.156.1:3), podemos deducir que completar el Libro de Ejercicios también incluye completar el Texto.

Por lo tanto, ser un maestro de Dios cuya forma de enseñar incluye usar el Curso, significa que ha completado el estudio de ambos volúmenes.

Tiene sentido que uno haya completado un curso – cualquier curso – antes de declarar que lo enseñará.

Aclararé, para aquellos que no estén familiarizados con el Curso, que no hay nada de malo en hacer el Libro de Ejercicios antes de leer todo el Texto, si se siente guiado a hacerlo.

Diría que el orden “normal” sería leer el Texto primero, o por lo menos la mayor parte de él, antes de hacer el Libro de Ejercicios, pero de ninguna manera es ésta una regla estricta. Si uno se siente guiado a comenzar por el Libro de Ejercicios, no es necesario que lea todo el Texto primero. Sin embargo, recomiendo que comiences a leerlo cuanto antes.

Más allá del nivel del maestro está el “maestro de Dios avanzado” (M-16.1:1). Esa frase describe alguien que está llegando al final de su viaje personal, viviendo al borde o dentro del mundo real – es decir, con una percepción espiritualmente clara del mundo – como vivió Jesús mientras caminaba la tierra.

Todo estudiante del Curso está entrenándose para volverse un maestro de Dios avanzado; el Capítulo 4 del Manual describe las características de un maestro avanzado de Dios (M-4.2:2), una lista de diez rasgos muy fundamentales de carácter, tales como honestidad, mansedumbre, paciencia e indefensión. Este capítulo también habla del proceso frecuentemente largo que una persona atraviesa al desarrollar estas características.

Y más allá aún que ese nivel exaltado están los “Maestros de maestros”; seres iluminados como Jesús o Buda quienes, después de haber recordado quienes eran en realidad, han dejado atrás las limitaciones de la existencia corporal.

Aunque estos maestros hayan dejando atrás su existencia física, de alguna manera ellos permanecen en el mundo, como el bodhisattva del Budismo, para ayudar a otros que todavía no están iluminados.

El Manual dice que pueden reaparecer cuando quiera que resulte de ayuda (presumiblemente encarnados) (M-26.2:1-3; 3:9).

Con este entendimiento de los diversos niveles de maestros, volvamos al Capítulo 16. Comienza describiendo cómo es el día para un maestro de Dios avanzado; para esa persona, la cuestión de cómo pasar el día “es irrelevante”.

Su vida no está estructurada en lo externo; en lugar de ello, debido a que está en comunión constante con el Espíritu Santo, se le dice de momento a momento, qué es lo que debe hacer (1:1-10). Naturalmente, todos aspiramos a ese estado, pero pocos lo han logrado aún. No conozco a nadie que lo haya logrado.

El capítulo luego se dirige al nivel más común del maestro de Dios menos que avanzado, que todavía está en el proceso de desarrollar esas diez características y carece de esa claridad de comunión (M-16.2.1).

Esto es más aplicable a nosotros. Jesús comienza hablando de cómo un maestro de Dios (distinto de un maestro avanzado) debe conducir su práctica espiritual.

Contrario al maestro avanzado, un maestro de Dios todavía requiere algo de estructura en su día (M-16.2:2).

Lo que se va a describir aquí es lo que llamamos la práctica pos-Libro de Ejercicios, el hábito de práctica que el Libro de Ejercicio está diseñado para enseñarnos. Se entiende que esta práctica continuará para los maestros de Dios hasta que nos convirtamos en maestros de Dios avanzados, donde la estructura se vuelve irrelevante y vivimos en una asociación espontánea con el Espíritu Santo.

Aún después de haber completado el Libro de Ejercicios, todavía no estamos listos para una completa falta de estructura. La práctica del Libro de Ejercicios es muy estructurada. La práctica pos-Libro de Ejercicios tiene una estructura flexible. Y la práctica de un maestro avanzado se caracteriza por una falta de estructura.

La práctica pos-Libro de Ejercicios, a grandes rasgos, es esta:

1. Comienza la mañana con un rato de quietud (M-16.4:7). El objetivo en este rato es la “unión con Dios,” y deberemos dedicarle el tiempo que tome (la cantidad de tiempo no es lo más importante) hasta que se vuelva difícil (M-16.4:4-8).

2. Tómate un rato similar de quietud, tan cerca como puedas al momento de acostarte. Fija tu mente en Dios al quedarte dormido (M-16.5.1).

3. Acuérdate de Dios durante todo el día (M-16.6:1-14).

4. Acude al Espíritu Santo con todos tus problemas (M-16.7:4-5).

5. Responde a todas las tentaciones acordándote de la verdad (M-16.8:1-3; 10:8; 11:9).

Si seguimos las instrucciones del Libro de Ejercicios cuidadosamente, al final del año, habremos formado el hábito estable de la práctica diaria del que habla el Manual.


Sobre El Autor:
Allen Watson es escritor y maestro de "El Círculo De La Expiación", Sedona, Arizona.
En Internet: www.circleofa.com  Este sitio contiene una sección de artículos en español

EL PERDON DE LAS ILUSIONES


Con tanta necedad y en repetidas ocasiones, hemos rechazado la grandeza para elegir la pequeñez.




Nos hemos imaginado como seres especiales cuando de hecho estábamos rechazando la decisión de contemplar qué tipo relación tenemos en estos momentos con Dios.

La relación con Dios nos da muchísimo más de lo que probablemente comprendamos. Nuestras relaciones especiales dentro de la ilusión no pueden darnos nada que se le comparen. Hemos adorado nuestros pequeños dioses que no pudieron ofrecernos nunca nada que importara. Hemos hecho tantísimos compromisos, promesas de lealtad a tantas formas de pequeñez, y nunca han valido absolutamente nada. Todas nos dejaron con un sentimiento de insatisfacción, de abandono, soledad y separación. ¿Cómo podrían completarnos cuando no eran más que manifestaciones de nuestra creencia en la separación?

Hemos buscado la compleción, pero nunca miramos en el lugar donde en verdad se encontraba.

Siempre mirando hacia fuera, hemos fracasado en contemplar al Cristo interior.

Siempre buscando un futuro mejor, no hemos observado la perfección de este instante.

Hemos buscado fama, amor especial, odio especial, riquezas, salud y no hemos encontrado la alegría que queríamos.

Mirábamos la forma, creyendo que en alguna encontraríamos la salvación.
Hemos estado tan concentrados en las apariencias externas que al final, terminamos ignorando el contenido.

Con avaricia, hicimos jirones la felicidad que veíamos, ignorantes de los regalos que nos aguardaban.

Hoy, reconozco que no hay felicidad “ahí afuera” y ninguna seguridad en el futuro.

Hoy, vacío de todo lo que no sea de Dios, descubro que Su Amor inunda todos mis pensamientos, todo mi ser.

Hoy, me concentro en lo que en verdad tengo y descubro más de lo que puedo usar.

Hoy, mi día rebosa de gratitud.

Hoy, contemplo este hoy.

Hoy, acepto la Expiación y dejo de buscarla en el futuro.