DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

2015 UN NUEVO CURSO COMIENZA


Con cada comienzo de año, miles de propósitos convencionales, vienen a nuestra mente con el objetivo de hacer el año diferente y limpiar de nuestra consciencia aquellos pensamientos que nos llenan de culpa: adelgazaremos, haremos ejercicio, dejaremos de fumar, reemprenderemos aquellos estudios que quedaron olvidados, o aquella relación  maltratada…

Sin embargo en pocas ocasiones estos propósitos se enfrentan a la única necesidad mucho más allá de cualquier necesidad material: la búsqueda interior y el reencuentro con uno mismo.

El camino que cada uno de nosotros sigue para alcanzar este objetivo, está predeterminado y sólo requiere de nuestra pequeña dosis de buena voluntad para que una pequeña revolución acontezca en tu vida. Recuerda que una vez que esta jornada ha comenzado, el final es seguro. ¿Por qué esperar? ¿Por qué susti­tuirlo por ilusiones mundanas, cuando tu felicidad se encuentra a tan sólo un instante? El final es indudable una vez el camino ha comenzado y está garantizado por Dios.

Todos los caminos llevan a un mismo objetivo; no existen caminos mejores ni peores, pero desde estas páginas de estudio de Un Curso de Milagros, te ofrecemos el nuestro. Si por algún motivo estas leyendo estas letras, quizás éste sea el tuyo, pues nada llega a ti sin un propósito.




Ésta es la época en la que muy pronto dará comienzo un nuevo año del calendario cristiano. Tengo absoluta confianza en que lograrás todo lo que te propongas hacer. Nada te ha de faltar, y tu voluntad será completar, no destruir. Dile, entonces, a tu her­mano:

* Te entrego al Espíritu Santo como parte de mí mismo.
* Sé que te liberarás, a menos que quiera valerme de ti para aprisionarme a mí mismo.
* En nombre de mi libertad elijo tu liberación porque reconozco que nos hemos de liberar juntos.

De esta forma damos comienzo al año con alegría y en libertad. Es mucho lo que aún os queda por hacer, y llevamos mucho retraso. Acepta el instante santo con el nacimiento de este año, y ocupa tu lugar -por tanto tiempo vacante- en el Gran Despertar. Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo. Y permite que todas tus relaciones te sean santificadas. Ésta es nuestra voluntad. Amén. (T-15.XI.10)



Nuestro propio año nuevo nacerá de nuestro propio tiempo de Cristo. De la mano del Curso, aceptamos unirnos a Jesús en su tarea (el Gran Despertar), en un año de dicha y libertad, en el que nuestras relaciones se hacen santas, y en el que todo es lo mismo, porque todo en él está dedicado a un único propósito: Nuestro despertar y el de nuestros hermanos.

Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. No hagas interpretaciones que se opongan al Amor de Dios, pues tienes muchos testigos que hablan de él tan claramente, que sólo los ciegos y los sordos podrían no verlos ni oírlos. Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. Despierta y compártelo, pues ésa es la única razón por la que Él te ha llamado. Su Voz ha hablado claramente, pero tienes muy poca fe en lo que oíste debido a que has preferido tener más fe en el desastre que has ocasionado. Resolvamos hoy juntos aceptar las buenas nuevas de que ese desastre no es real y de que la realidad no es un desastre. (T-16.II.8:1-5)

Para ello, un Curso de Milagros provee un programa de estudios sumamente individualizado, en el que todos sus aspectos están bajo el cuidado y la dirección especial del Espíritu Santo.

Pregunta y Él te contestará. Ésa es Su responsabilidad, y sólo Él está capacitado para asumirla. Responder es Su función. Dirigirle a Él tus preguntas es la tuya.
 (M-29.2:6-10)


El Espíritu Santo jamás ha dejado de resolver por ti ningún problema que hayas puesto en Sus manos, ni jamás dejará de hacerlo. Cada vez que has tratado de resolver algo por tu cuenta, has fracasado. ¿No es hora ya de que conectes todos estos hechos y te des cuenta de lo que significan? Éste es el año en que debes poner en práctica las ideas que se te han dado. Pues las ideas son fuerzas poderosísimas que deben ponerse en práctica y no dejar en desuso. Ya te han dado suficientes pruebas de su poder como para que desees depositar tu fe en ellas y no en su negación. Dedica este año a la verdad y déjala obrar en paz. Ten fe en Aquel que tiene fe en ti. Piensa en lo que realmente has visto y oído, y acéptalo. ¿Cómo puedes estar solo con seme­jantes testigos?
(T-16.II.9:1-10)

El Curso se encuentra organizado enteramente como una herramienta de enseñanza, no es un curso de especulación filosófica, ni está intere­sado en una terminología precisa. Se orienta únicamente hacia la Expiación o corrección de la percepción. El medio de la Expia­ción es el perdón. 

Consiste en tres libros: un Texto de 622 páginas, un Libro de Ejercicios de 478 páginas, y un Libro para Maestros de 88 páginas. El orden en el cual los estudiantes elijan usar los libros y las formas en las que lo estudien dependen de sus necesidades y preferencias particulares.

¿Qué es mejor para unos y qué es mejor para otros? Es posi­ble que a algunos alumnos les sea más útil leer primero el manual. A otros les puede resultar mejor empezar con el libro de ejercicios. Y todavía habrá otros que quizá necesiten empezar en el nivel más abstracto que ofrece el texto. 

Para que los ejercicios del libro de ejercicios tengan sentido para ti, es necesario, como marco de referencia, disponer de una base teórica como la que provee el texto.

Es la práctica de los ejercicios, no obstante, lo que te permitirá alcanzar el objetivo del curso. Una mente sin entrenar no puede lograr nada. El propó­sito de este libro de ejercicios es entrenar a tu mente a pensar según las líneas expuestas en el texto.

Los ejercicios son muy sencillos. No requieren mucho tiempo, y no importa dónde se hagan. No requieren ninguna prepara­ción. El período de entrenamiento dura un año. Las lecciones van numeradas de la 1 a la 365. No intentes hacer más de una serie de ejercicios por día.

El libro de ejercicios está dividido en dos secciones principa­les. La primera está dedicada a anular la manera en que ahora ves, y la segunda, a adquirir una percepción verdadera. A excep­ción de las sesiones de repaso, los ejercicios diarios están planeados en torno a una idea central que se enuncia primero. A ésta le sigue una descripción de los procedimientos concretos mediante los cuales debe aplicarse la idea del día.

Decídete hoy, cierra los ojos, piensa para tus adentros y dispónte este año a hacer algo diferente, algo distinto de todo lo que ha sucedido antes: Seguro que no te arrepentirás !!!

EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD


En esta Navidad en la que se celebra el nacimiento de la santidad en este mundo, únete a mí que me decidí en favor de la santidad en tu nombre.
 (T-15.III.1.1)
 



El  nacimiento de Jesús para muchas personas, es un acontecimiento histórico, algo único e irrepetible en el devenir de la humanidad. A diferencia de esta actitud, el Curso ve a cada Navidad como un ejemplo de la posibilidad de puesta en marcha de un principio que necesita ser activado en nuestras vidas y que es válido hoy, aquí y ahora. La Navidad es el símbolo del cambio. Significa el nacimiento de un ser nuevo, cuya madre es nuestra condición humana y cuyo padre es Dios.

Cada Navidad se nos da la oportunidad de aceptar el espíritu de Dios, permitiendo  que nuestro corazón sea la matriz para Cristo, un lugar donde pueda crecer en plenitud y prepararse para su nacimiento en la tierra.

Dentro de cada uno de nosotros existe una parte de la mente que conoce nuestra totalidad y nuestra esencia. Es un conocimiento innato, un guía que siempre nos lleva a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos.

Cristo nace en el ahora, sin pasado ni futuro y viene a entregar el presente al mundo. Somos afortunados porque Dios nos ha elegido para que su hijo nazca por intermedio de cada uno de nosotros, pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se le ha invitado. Por tanto, comencemos estas fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial.

No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. Él sabrá orientarnos sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo: El regalo del conocimiento de nuestra esencia, la esencia que siempre ha estado en nosotros y que es la única que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. 


LA VERDAD DE LA VIDA EN LA TIERRA

Voy a contarte la verdad de la vida en la Tierra. Pero no te va a gustar.


No te va a gustar porque tú ya conoces esa verdad pero has decidido olvidarla. Te has empeñado en no recordarla. Así que vas a poner excusas para no oírla, para evitarla y dejarla en el olvido. Es esta:

No tienes derecho a ser infeliz – nunca.




Pero tú crees que sí. Así que en tu ignorancia vives íntima y voluntariamente infeliz, has convertido a la infelicidad en tu compañera de vida. Tú eres propenso a estar deprimido, taciturno, preocupado, resentido, frustrado, quejoso y malhumorado en cualquier momento. Nadie puede fiarse de que vayas a estar mucho tiempo sin ser infeliz. La infelicidad es más cercana y querida para ti que cualquier hombre, mujer o niño en tu vida. Así que normalmente se interpone entre tú y los demás, sumiendo incluso tus relaciones entrañables en desacuerdos y discusiones. No obstante, tú, inmutable, insistes en vivir tus peliagudas y problemáticas emociones, obligando a vivirlas también a los que están a tu alrededor, hasta que a ti te vuelva a apetecer ser agradable y simpático… hasta la próxima vez.

Y lo más terrible es que tú crees que esa es la forma natural de vida en la Tierra. Por eso toleras y excusas tus sórdidos modales infelices. Y con tu ejemplo contagias esta horrible enfermedad innatural a los niños. Mientras ocurre todo esto, tú crees que eres encantador y mereces ser más amado. Eres irresponsable. Deshonras la vida en la Tierra. Porque tú no amas la vida sino tu infelicidad.

¿Lo dudas? Entonces examinemos tu integridad.

La próxima vez que estés malhumorado, irritable, preocupado, de mala gana, impaciente o deprimido, ¿cambiarás inmediatamente, ahora, y vendrás a la vida? ¿O te aferrarás firmemente a tu infelicidad, esa cosa tan fea? ¿La defenderás? ¿Te dedicarás con firmeza a defender tu derecho a ser infeliz? ¿Lucharás por él? ¿Como quizás ahora te sientes inclinado a hacer? Si te aferras a algo que con tal devoción y lealtad es obvio que tienes que amarlo.

Tú has decidido olvidar que tu infelicidad es sólo tuya porque te conviene. Pero tú eres el único responsable de ella, es tu contribución personal a la infelicidad en la Tierra. Sólo puede vivir en ti mientras seas lo suficientemente egoísta, inmaduro e insensible para mantenerla. Nadie puede librarse de ella por ti. Nadie más quiere tu infelicidad, sólo tú.

¿Entonces por qué eres deshonesto contigo mismo?

¿Por qué finges quejándote cuando eres infeliz, si el que está causando la infelicidad, el que está aferrándose a ella todo el tiempo eres tú?

Ahora déjame que te recuerde el resto de la verdad de la vida en la Tierra.

Tú no tienes derecho a ser infeliz, nunca.
Porque la vida es buena.


La vida siempre es buena ahora. Deja que alguien te ponga un cojín sobre la cara, ahora, o cuando seas infeliz, y te darás cuenta. Si te dicen que tienes un cáncer y te queda un mes de vida, verás como cada problema, cada pedacito de patética infelicidad en tu vida de ahora, desaparece milagrosamente. Te darás cuenta instantáneamente de que la vida es buena. Y que es buena ahora, en este momento, en todo momento.

Te darás cuenta de que la vida no es ni ayer ni mañana, que no está en esa tierra soñada de infelicidad de pasado y futuro donde incubas y alimentas tu malhumor y tu resentimiento. El día que te mueras – que siempre está más cerca de lo que uno cree – tu único deseo será haber realizado la verdad de la vida.

¿Hay que obligarte a afrontar la muerte para que te des cuenta de que la vida es buena?

En los eventos no hay infelicidad.

Toda infelicidad está en ti – en tu apego al derecho a ser infeliz cuando las cosas cambian, que es como debe ser. Nadie escapa a los eventos de la vida. Pero tú, en tu ceguera de infelicidad, no alcanzas a ver que esos eventos traumáticos sólo existen para ayudarte a despertar y realizar la verdad de la vida. Ese es el propósito de vivir, que también has decidido olvidar.

Tú siempre tienes una buena excusa para justificar tu infelicidad. Siempre culpas a alguien o algo; pero nunca a ti mismo, el único que tiene la culpa. Si alguien te hace algo, la ira te consume. Si alguien te falla, te traiciona, te defrauda, tú te sientes amargado o abatido. Si tu amante o un ser querido se muere o te deja, si pierdes tu trabajo o tu dinero, te sientes desconsolado, perdido en el dolor.

Así es cómo vive la mayoría de la gente. Pero eso no es la vida. Vivir así, ignorando la verdad de la vida, tiene que resultar traumático y doloroso, porque todo aquello por lo que vives tiene que morir, cambiar o pasar – pero tú sigues manteniendo la esperanza de que eso no ocurra. Intentar vivir con tal desesperación, con tal insensatez, es infelicidad.


Tú no sólo estás viviendo. Eres la vida.

Eres la propia vida, personificada sobre la Tierra. Y además, detrás de las incesantes subidas y bajadas de la personalidad, eres vida todo el tiempo – no sólo una parte del tiempo. La vida no cambia ni fallece. La vida sigue. ¿Ha habido algún momento en el que tú no siguieras, que no hayas podido pasar incluso en la crisis más profunda? Por supuesto que no.

La vida es buena porque es verdad. Y lo es en todo momento – cuando renuncias al derecho a ser infeliz.

Renuncia a él ahora y eres libre.



Un extracto del libro de Barry Long Sólo el Miedo Muere.

LA INVITACION por gangaji


Te doy la bienvenida a indagar;
Te doy la bienvenida a tu 
siempre más profundo, 
siempre más fresco descubrimiento.





Es posible descubrir que la esencia de tu ser es consciencia silenciosa. La verdad sobre quién eres es más profunda y está más cerca que la historia que te cuentas sobre quién eres. Y es posible descubrir directamente esa verdad sobre ti en este momento, sea un momento de exaltación o un momento horrible. No hay nada que tenga que cambiar o permanecer igual. El resultado esencial de este descubrimiento es una dicha y realización absolutas. 

Estoy aquí para apoyarte en este descubrimiento, de la misma forma que mi maestro me apoyó a mí, a través de la indagación hacia la verdad de quién eres. La consciencia silenciosa, que es quién eres en realidad, no está en contra de ninguna dualidad. Eres la fuente de la dualidad y la fuente de la resolución de la dualidad. La consciencia silenciosa que eres incluye todas las historias, todos los pensamientos, todos los ruidos, todas las acciones, todas las emociones y todas las circunstancias. Está presente antes de cualquier cosa, durante la existencia de cualquier cosa y después de que cualquier cosa haya ocurrido.

La historia sobre ti está cambiando y mutando constantemente. La verdad de ti no cambia nunca. Con suficiente trabajo y poder se puede convertir en una historia muy buena. Pero la historia de quien eres nunca te va a llenar porque no es la verdad de quién eres. La verdad está siempre presente por debajo de cualquier narración que pueda estar ocurriendo. Indagar en la verdad es indagar en lo que no está dicho, en lo que no está creado, y que está siempre presente , independientemente de una historia buena o mala, una historia de éxito o una historia de fracaso.

Cuando dejas completamente de esperar una historia mejor, o mejores emociones, o mejores circunstancias, entonces la mente está abierta a indagar hacia aquello que está presente, ahora y siempre, y en paz de manera natural.

Realmente no hay forma de que vivas una vida plena hasta que descubras la verdad sobre ti. Puedes vivir con un sentido y propósito, pero si ese propósito es simplemente una parte de la narración de la historia de tu vida, te continuarás perdiendo la realización más profunda. Un propósito auténtico es más grande que quién crees que eres, y dentro de él hay dicha y paz.

Una vida plena o realizada tiene tanto un aspecto práctico como trascendental; de hecho es donde lo práctico y lo trascendental se encuentran. Trascendentalmente, eres conciencia inmortal, eres vida consciente. Cuando tu personalidad se va, cuando tu historial personal se va, permaneces como Vida en sí misma. Y prácticamente, cuando tú como forma individual te das cuenta de ti mismo como algo que no está limitado por ninguna forma, tu vida particular se enriquece profunda y dulcemente. Es, de manera natural, un reflejo de significado y propósito.

Te invito a que pares de imaginar quién eres, a que pares de imaginar qué es la iluminación, y a que pares de imaginar qué es la realización. A que pares de imaginar cómo será tu futuro, y a que pares de imaginar cómo fue tu pasado. A estar aquí, simplemente como consciencia, presente, indagando sobre lo que siempre está aquí. Cuando la respuesta a esa indagación viene a través de una experiencia directa en lugar de con la definición de una historia personal, la realización no conlleva ningún esfuerzo. El propósito que se desprende de esa realización es natural y sorprendente. 

Te doy la bienvenida a indagar; te doy la bienvenida a tu siempre más profundo, siempre más fresco descubrimiento. 

SERGI TORRES Y SU EXPERIENCIA CON UCDM


En esta entrevista de Ricardo Soriano para su programa "conexiones del ser" emitido por el canal "visionarios hispanos TV" entrevista a Sergi Torres, donde cuenta su experiencia con UCDM y toca los principales temas los principales temas de este curso
Con el amor característico de Sergi en sus palabras, nos deja un mensaje profundo y cercano cómo sólo él lo sabe hacer, llegando hasta el centro del corazón.