DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

PERLAS DE UN CURSO DE MILAGROS (1)

He decidido hacer una recopilacion de frases recogidas del libro de texto de las que te llegan al alma. Son para leer todas juntas o para encontrar aquel pensamiento que parece escrito para tí en esos momento de tribulación.

Os presento en primer lugar las correspondientes a los tres primeros capitulos del Libro del Texto, aunque progresivamente ire desgranando los siguientes




Desde luego esta lista esta abierta a que compartais vuestras sugerencias con frases que por error u omision no se encuentren en ella.

Disfrútalas y dejate llevar...

CAPITULO 1

* Eres libre de creer lo que quieras, y tus actos dan testimonio de lo que crees

* Todo lo que es verdadero, es eterno y no puede cambiar ni ser cambiado.

* Un guía no controla, pero sí dirige, dejando a tu discreción el que le sigas o no.

* Nadie aprende a menos que quiera aprender y crea que de alguna manera lo necesita.

* La idea de carencia implica que crees que estarías mejor en un estado que de alguna manera fuese diferente de aquel en el que ahora te encuentras.

* Nunca podrás controlar por ti mismo los efectos del miedo porque el miedo es tu propia invención, y no puedes sino creer en lo que has inventado.

* Creer en algo produce la aceptación de su existencia. Por eso puedes creer lo que nadie más piensa que es verdad. Para ti es verdad porque tú lo fabricaste.

* Respondes a lo que percibes, y tal como percibas así te comportarás. La Regla de Oro te pide que te comportes con los demás como tú quisieras que ellos se comportasen contigo

* En el amor perfecto se expulsa el miedo. Si hay miedo no es amor perfecto

* Es imposible luchar por ti mismo contra el miedo, porque el miedo es tu propia invención y no puedes sino creer en lo que has inventado. Crees en lo que inventas. Para ti es verdad porque tu lo fabricaste.

* Las fantasías son un intento de controlar la realidad deformándola de acuerdo con necesidades falsas para obtener placer

* La idea de carencia implica que crees que estarías mejor en un estado que de alguna manera fuese diferente de aquel en el que estás

* Lo que tú crees, es cierto para ti.

* Creer en algo produce la aceptación de su existencia. Por eso puedes creer lo que nadie más piensa que es verdad. Para ti es verdad porque tú lo fabricaste.

CAPITULO 2

* Tú no tienes por qué continuar creyendo lo que no es verdad, a no ser que así lo elijas.

* La paz es un atributo que se encuentra en ti. No puedes hallarla fuera de ti mismo. La enfermedad es una forma de búsqueda externa. La salud es paz interior.

* La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor. A medida que este reconocimiento se arraiga más, acaba por convertirse en un punto decisivo en la vida de cada persona. Esto finalmente vuelve a despertar la visión espiritual y, al mismo tiempo, mitiga el apego a la visión física.

* Toda curación es esencialmente una liberación del miedo

* Cuando tienes miedo de algo, estás admitiendo que ello tiene el poder de hacerte daño.

* La única responsabilidad del obrador de milagros es aceptar la Expiación para sí mismo. Esto significa que reconoces que la mente es el único nivel creativo, y que la Expiación puede sanar sus errores.

* Recuerda que donde este tu corazón allí también estará tu tesoro

* La caridad es una forma de percibir la perfección en otro aun cuando no puedas percibirla en ti mismo

* Tal vez creas que eres responsable de lo haces pero no de lo que piensas. La verdad es que eres responsable de lo que piensas porque es solamente en ese nivel donde puedes ejercer tu poder de decisión. Tus acciones son el resultado de tus pensamientos.

* Cada vez que tienes miedo es porque has tomado una decisión equivocada

* El miedo es siempre un signo de tensión que surge cuando hay conflicto entre lo que deseas y lo que haces

* Sólo tu mente puede producir miedo. Hace eso cada vez que está en conflicto con respecto a lo que quiere, lo cual inevitablemente produce tensión, ya que existen discrepancias entre lo que quiere y lo que hace al respecto.

* No hay pensamientos fútiles. Todo pensamiento produce forma en algún nivel


CAPITULO 3

* Nadie que viva atemorizado puede estar realmente vivo

* La percepción entraña interpretación, y eso quiere decir que no es íntegra ni consistente.

* Ser uno es ser de una misma mente o voluntad

* Reconocer significa "conocer de nuevo", implicando que antes gozabas de conocimiento

* La mente que cuestiona se percibe a sí misma en el tiempo, y, por lo tanto, busca respuestas para el futuro.

* No es lo mismo percibir la verdad que conocerla.

* No puedes hacer que lo que no es verdad lo sea.

* La verdad sólo se puede conocer. Toda ella es igualmente verdadera, y, conocer cualquier parte de ella es conocerla en su totalidad.

* El ego es un intento erróneo de la mente se percibirte tal como deseas ser en vez de como realmente eres

* Si juzgas la realidad de otros no podrás evitar juzgar la tuya propia

* La decisión de juzgar en vez de conocer es lo que nos hace perder la paz

* Los deseos no son hechos. Desear implica que ejercer la voluntad no es suficiente.

* Afortunadamente perder algo no significa que haya desaparecido, significa simplemente que no recuerdas donde esta

* La muerte no existe. Lo que existe es la creencia en la muerte

* El mundo no se abandona con la muerte sino con la verdad

LA TERAPIA DEL GOLPE. Utiliza la dificultad para crecer

La Vida es la terapeuta y se sirve de cualquier circunstancia para darte la oportunidad de crecer, si lo logras comprender el proceso avanzarás en el camino de tu propia sanación, de tu equilibrio, serás capaz de soltar el lastre al que te aferras, aligerarte, madurar, de lo contrario seguirás atrapado en el proceso que te aprieta, aferrado a la camisa vieja.




Cuando de la vida recibes un golpe, las circunstancias se ponen difíciles, lo que te toca vivir no es de tu agrado, dado por una circunstancia externa o producido por ti mismo; con el golpe viene siempre la posibilidad de transformar, de cambiar, de mejorar, de salir del lugar donde estamos situados de nosotros mismos, estancados en un punto ciego, lo que provoca que la Vida, como maestra, nos quiera mover hacia otra posición más consciente, elevada, comprensiva, calmada, madura.

Cualquier circunstancia que vivamos, por difícil que se plantee –incluso la muerte de un ser querido o la nuestra propia- puede ser comprendida, aceptada, contenida y desde este lugar de no lucha, avanzar y experimentar que de la comprensión emerge un sabiduría, la más elevada, que conteniendo la dificultad te lleva a evolucionar, a ir más allá de lo que parece, abrirte a una posición desde dónde poder ver lo que nos sucede como parte de un proceso más grande que evoluciona y solucionar lo que haya pendiente.

De la inquietud a la quietud

Si eres capaz de soltar el dolor, que es tu propio límite, el miedo, los apegos y aprender a sacar la cabeza de los pensamientos que te producen los estado dolorosos, si utilizas las emociones que sientes para llevar esa sensación al corazón, lugar de ti donde está la quietud, estarás aprendiendo a hacerte más amplio que el bloqueo, estarás aprendiendo a contenerlo, a transformarlo, a disolverlo, a abrir en ti el espacio de conciencia, lugar de cualidades curativas donde no existe identificación ni sufrimiento. Se puede aprender a activar la quietud en la inquietud, encontrar el lugar de ti que está parado, quieto, conocerlo, experimentarlo y percibir entonces que la Vida quiere de ti.

Cuando algo nos inquieta, agita o produce incertidumbre, habremos de aprender a salir de ello, por más real que parezca, volverlo neutral a través de nuestra experiencia, pues es este movimiento interno, ese mecanismo propio capaz de transformar nuestro estado interior es el verdadero poder que tenemos; la capacidad interna de transformar y armonizar aquello que nos afecta es nuestra maestría y nos exige conciencia. Conciencia es la altura desde la que verte y transformarte. Si aprendo a aquietarme, seré capaz de observar el movimiento que voy a hacer mientras lo hago y en ese mismo instante, cambiarlo. Si voy a posar un vaso con brusquedad y me mantengo atento a lo que hago, en el presente, seré capaz de lentificar el movimiento y posarlo despacio. Aprender esto en las pequeñas cosas de la vida te llevará a sensibilizarte, a observarte, a transformarte; desde la quietud podrás cambiar un insulto, una palabra malsonante en una frase poética, solo necesitas quietud para observarte y transformarte, llevándote a un lugar mejor, más consciente de ti mismo.

Si estoy preocupada porque no se dónde está mi hijo, que no llega a casa, la capacidad de confiar y relajarme en relación a lo que siento de lo que ocurre, la capacidad de mantener la calma y salir con la mente del estado de sufrimiento, duda y preocupación que nuestra identificación está generando, es el poder que tenemos para transformar la situación en favorable y comprobar que lo normal es que no pase nada.

Hemos aprendido a afectarnos antes de que la vida suceda, a desconfiar, a movernos, a convulsionarnos, a estresarnos en un mecanismo inconscientemente aprendido que se ha vuelto automático, que nos guía a ciegas una y otra vez hacia nuestro propio estado de desequilibrio.

Elegir no sufrir, sentir antes que pensar

Volverse consciente es aprender a detenerse, aquietarse, elegir no sufrir antes de que las circunstancias sucedan. Pero pensamos antes que sentimos, y hemos de aprender a sentir antes que a pensar, pues sentir es algo que sucede en el presente, es la quietud de la que emerge la intuición, la sabiduría que está en el fondo de nosotros.

Si fuésemos capaces de aceptar la ida de un ser querido, soltando el apego de lo personal, ponernos en el lugar de nosotros que no lucha, nos entregaríamos al proceso y seríamos capaces de vivir experiencias relacionadas con la vivencia que experimenta el alma cuando abandona el cuerpo, seríamos capaces de acercarnos a la comprensión de los procesos del alma, y los procesos del alma exigen aprender a vivir en quietud. 

Si la Vida se termina, observemos la experiencia haciéndonos una con ella, se abrirán nuevas puertas, hemos aprendido a luchar, a reaccionar, estamos condicionados culturalmente, socialmente, nos toca aprender a observar.

Si aceptamos que todo es perfecto como es, que todo son procesos naturales que responden a leyes universales incuestionables, si dejamos de cuestionarnos la armonía de la vida, si somos capaces de mirar con conciencia y percibir que todo está orquestado por una fuerza vital y creativa que todo lo ha creado y sostiene en un perfecto equilibrio, si llegamos a sentir que esto es así, y nos rendimos a nuestra limitada visión de la realidad, aceptaremos que la Vida es un juego de conciencia que lleva a todos y cada uno por el camino trazado de crecimiento y maduración necesario y preciso para alcanzar las metas de evolución, para recorrer, conocer y experimentar nuestras máxima como seres en proceso capaces de despertar y elevarnos a la excelencia, a la máxima posibilidad.

Soltar y volverte fiel a lo que sientes

Llegar hasta aquí implica aprender a soltar, soltar todo aquello que te hace sufrir, volverte fiel a lo que sientes, atreverte a recorrer el abismo de lo nuevo, utilizar tu coraje para ir un poco más allá de lo conocido y por donde todo el mundo se mueve, implica ir hacia ti, preguntarte a ti, encontrarte en ti, y desde ahí comprender, querer, utilizar las dificultades, las crisis, los sufrimientos, incomprensiones, rupturas, muertes, enfermedades, divorcios, problemas, conflictos, etc, lo que te pase para dar con un lugar de ti desde donde abarcar el proceso, desde donde contenerlo, comprenderlo y transformarlo.

Somos materia en proceso de transformación, la ley de la vida es el cambio, la evolución, la transformación, la mutación continua, como el duro hierro de la espada también en nosotros está la posibilidad de afinarnos, pulirnos, estirarnos para encontrar algo mejor.

De un pedazo de hierro incandescente, penetrado por el fuego hasta fundirlo, el herrero moldea una pieza de arte como es la espada, golpea y golpea con firmeza para esculpirla, tallarla y hacerla brillar en un proceso de estiramiento, de volver lámina fina el burdo metal.

Asimismo, nosotros somos materia que se ha vuelto individualidad, en la evolución humana y a través de siglos de dominancia, lucha, conquista, abuso, falta de conciencia y respeto, el ego se ha ido fortaleciendo, enquistando, estructurándose en algo compacto a base de contraerse, luchar, reaccionar, imponerse, tensar, desobedecer, más ahora añade la velocidad del sistema social, económico, cultural en que estamos inmersos. Sobre la rígida estructura forjada, firmemente atada la prisa, la velocidad, el estrés, la angustia, la depresión, la enfermedad, la infelicidad, el no poder, posiciones basadas en la convulsión del organismo ante todo lo que sucede y en el forzar, hemos perdido la calma, la serenidad, el disfrute de la vida, el estado de quietud y de silencio, única puerta que abre los espacios internos de conciencia, única manera de llegar al equilibrio.

Golpear el ego, cincelarlo desde dentro es pulir la joya

Pulir el ego es deshacerlo, golpearlo, destruirlo, desde dentro cincelarlo una y otra vez, rasgarlo incesantemente, con conciencia todos los procesos se vuelven fáciles pues somos capaces de darnos cuenta, de percibir lo que pasa y movernos con ello. No es lo mismo estar viviendo un proceso contra el que luchas, que seas capaz de aceptarlo, pararte, calmarte, no moverte, no luchar, no alimentar y reaccionar. Desde la aceptación y la no lucha, desde ajustarte a la enseñanza que trae la vida, ir con ella, comienzas a comprender de que se trata el aprendizaje, entenderlo, aprenderlo, es una posición que implica dejarse llevar, escuchar, más allá de tu limitada concepción de las cosas, de tus ideas y pareceres, pues cuando se cruza la línea de lo infinito nada es como parece, lo que viene hemos de aprenderlo, ser uno con ello, vivir en cada instante, disfrutando, algo que hemos perdido y habremos de recuperar,… la clave es soltar lo conocido, atreverse a vagar, a transitar nuevas posiciones donde el presente, la no mente, la intuición, el olfato, la aceptación son la enseñanza para resolver de forma natural y directa, sin guión, sin preocupación, sin desequilibrio, sin exceso, en un equilibrio perfecto que pulsa la vida que se vuelve maestra a nuestro lado.

A veces, como nos mostró la película de Avatar, suceden cosas tremendas, inaceptables, destructoras, fulminantes, como vimos en el film cuando la usura del invasor bombardeó y destruyó el árbol de vida donde vivían los mutantes en un paraíso perfecto, pero lo que sucedió realmente es que toda la población se vio en la necesidad de buscar otro lugar, más adentro, profundo, el árbol del Eywa, luminoso, de poderes espirituales y curativos, donde la población se volvió mística, calmada, amorosa, devocional… La destrucción de lo uno les llevó a evolucionar, a elevarse, a hacerse más cualificados, a descubrir nuevos misterios, a recibir nuevas enseñanzas, a encontrar en el nuevo paso un camino de transmutación, de visión, de maduración. Sólo cuando dejaron atrás lo conocido, encontraron el misterio a conocer, la vida les movió y llevó a través del desapego obligado, del sufrimiento a encontrar un regalo mayor. El traidor se convirtió en Avatar, única posibilidad que le quedaba de evolución y Eywa, el espíritu de la naturaleza, se mostró cuando todo estaba perdido, cuando todos los seres se habían rendido.

Cuanto menos tardes en darte cuenta menos sufrirás y antes encontrarás la nueva senda, el paso profundo, lo equilibrado, la salida del laberinto, hacia la paz, de la enfermedad a la salud, del estrés a la quietud, la puerta está en ti, atraviésala con el impulso del golpe.



Texto: Mar Lana