DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

PERLAS DE UN CURSO DE MILAGROS (7)




LECCIÓN 19

* El cuerpo no puede curarse porque no puede causarse enfermedades a sí mismo. No tiene necesidad de que se le cure. El que goce de buena salud o esté enfermo depende enteramente de la forma en que la mente lo percibe y del propósito para el que quiera usarlo.

* La mente, pues, es la que tiene necesidad de curación. Y en ella es donde se encuentra.

* El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te había hecho en realidad nunca ocurrió. El perdón no perdona pecados, otorgándoles así realidad. Simplemente ve que no hubo pecado. LE- 201

* El pecado exige castigo del mismo modo en que el error exige corrección, y la creencia de que el castigo es corrección es claramente una locura.

* El Hijo de Dios puede estar equivocado, engañarse a sí mismo e incluso usar el poder de su mente contra sí mismo. Pero no puede pecar.

* El ego lleva el pecado ante el miedo, exigiendo castigo. Mas el castigo no es sino otra forma de proteger la culpabilidad, pues lo que merece castigo tuvo que haber sucedido realmente.Y lo que es verdad no puede sino ser eterno, y se seguirá repitiendo sin cesar. Pues deseas lo que consideras real, y no lo abandonas

* Todo error es necesariamente una petición de amor.

* No puedes ver al Espíritu Santo, pero puedes ver a tus hermanos correctamente. Y la luz en ellos te mostrará todo lo que necesites ver

* De la misma forma en que el amor no puede sino mirar más allá del miedo, así el miedo no puede ver el amor. Pues en el amor reside el fin de la culpabilidad tan inequívocamente como que el miedo depende de ella. El amor sólo se siente atraído por el amor.

* Las relaciones que se entablan en este mundo son el resultado de cómo se ve el mundo.

* No hay miedo en el mundo que tú mismo no hayas sembrado en él.

* Es imposible tratar de obtener placer a través del cuerpo y no hallar dolor.

* Nadie puede morir a menos que elija la muerte. Lo que parece ser el miedo a la muerte es realmente su atracción.

* El cuerpo es tan incapaz de morir como de sentir. No hace nada.

* Liberas al que perdonas, y participas de lo que das.

* Todo el mundo da tal como recibe, pero primero tiene que elegir qué es lo que quiere recibir. Y reconocerá lo que ha elegido por lo que dé y por lo que reciba. Y no hay nada en el infierno o en el Cielo que pueda interferir en su decisión.


LECCIÓN 20

* Si los regalos se han de dar y recibir de verdad, no se pueden dar a través del cuerpo. El cuerpo no puede ofrecer ni aceptar nada; tampoco puede dar o quitar nada.

* El mundo que ves no es sino un juicio con respecto a ti mismo.

* En el amor perfecto no hay cabida para el miedo porque el amor perfecto no conoce el pecado y sólo puede ver a los demás como se ve a sí mismo.

* Nada puede herirte a no ser que le confieras ese poder.

* A todo el que camina por la tierra, en aparente soledad se le ha dado un salvador, cuya función especial aquí es liberarlo, para así liberarse él a sí mismo.

* Sólo en el tiempo se puede perder algo, pero nunca para siempre.

* Lo que goza de incalculable valor obviamente no puede ser evaluado.

* Se te concederá poder ver la valía de tu hermano cuando lo único que le desees sea la paz. Y lo que le desees a él será lo que recibirás.

* El cuerpo de tu hermano tiene tan poca utilidad para ti como para él. No tiene función alguna. Pues las mentes no necesitan el cuerpo para comunicarse.

* Ves cada instante santo como un punto diferente en el tiempo. Mas es siempre el mismo instante. Todo lo que jamás hubo o habrá en él se encuentra aquí ahora mismo. El pasado no le resta nada, y el futuro no le añadirá nada más. En el instante santo, entonces, se encuentra todo.



* Sólo dos propósitos son posibles: el pecado y la santidad. No existe nada entremedias, y el que elijas determinará lo que veas. Pues lo que ves simplemente demuestra cómo has elegido alcanzar tu objetivo

SER FELIZ !! Papa Francisco I



"Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.

Sólo tu puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.
Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de si, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo.
Es tener coraje para oír un "no".
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran. 
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir 'me equivoqué'.
Es tener la osadía para decir 'perdóname'.
Es tener sensibilidad para expresar 'te necesito'.
Es tener capacidad de decir 'te amo'.
Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz...
Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.
Pues así serás más apasionado por la vida.
Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.
Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas....
Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible!

Papa Francisco

UN NUEVO CURSO COMIENZA


Con cada comienzo de año, miles de propósitos convencionales, vienen a nuestra mente con el objetivo de hacer el año diferente y limpiar de nuestra consciencia aquellos pensamientos que nos llenan de culpa: adelgazaremos, haremos ejercicio, dejaremos de fumar, reemprenderemos aquellos estudios que quedaron olvidados, o aquella relación  maltratada…

Sin embargo en pocas ocasiones estos propósitos se enfrentan a la única necesidad mucho más allá de cualquier necesidad material: la búsqueda interior y el reencuentro con uno mismo.

El camino que cada uno de nosotros sigue para alcanzar este objetivo, está predeterminado y sólo requiere de nuestra pequeña dosis de buena voluntad para que una pequeña revolución acontezca en tu vida. Recuerda que una vez que esta jornada ha comenzado, el final es seguro. ¿Por qué esperar? ¿Por qué susti­tuirlo por ilusiones mundanas, cuando tu felicidad se encuentra a tan sólo un instante? El final es indudable una vez el camino ha comenzado y está garantizado por Dios.

Todos los caminos llevan a un mismo objetivo; no existen caminos mejores ni peores, pero desde estas páginas de estudio de Un Curso de Milagros, te ofrecemos el nuestro. Si por algún motivo estas leyendo estas letras, quizás éste sea el tuyo, pues nada llega a ti sin un propósito.




Ésta es la época en la que muy pronto dará comienzo un nuevo año del calendario cristiano. Tengo absoluta confianza en que lograrás todo lo que te propongas hacer. Nada te ha de faltar, y tu voluntad será completar, no destruir. Dile, entonces, a tu her­mano:

* Te entrego al Espíritu Santo como parte de mí mismo.
* Sé que te liberarás, a menos que quiera valerme de ti para aprisionarme a mí mismo.
* En nombre de mi libertad elijo tu liberación porque reconozco que nos hemos de liberar juntos.

De esta forma damos comienzo al año con alegría y en libertad. Es mucho lo que aún os queda por hacer, y llevamos mucho retraso. Acepta el instante santo con el nacimiento de este año, y ocupa tu lugar -por tanto tiempo vacante- en el Gran Despertar. Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo. Y permite que todas tus relaciones te sean santificadas. Ésta es nuestra voluntad. Amén. (T-15.XI.10)



Nuestro propio año nuevo nacerá de nuestro propio tiempo de Cristo. De la mano del Curso, aceptamos unirnos a Jesús en su tarea (el Gran Despertar), en un año de dicha y libertad, en el que nuestras relaciones se hacen santas, y en el que todo es lo mismo, porque todo en él está dedicado a un único propósito: Nuestro despertar y el de nuestros hermanos.

Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. No hagas interpretaciones que se opongan al Amor de Dios, pues tienes muchos testigos que hablan de él tan claramente, que sólo los ciegos y los sordos podrían no verlos ni oírlos. Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. Despierta y compártelo, pues ésa es la única razón por la que Él te ha llamado. Su Voz ha hablado claramente, pero tienes muy poca fe en lo que oíste debido a que has preferido tener más fe en el desastre que has ocasionado. Resolvamos hoy juntos aceptar las buenas nuevas de que ese desastre no es real y de que la realidad no es un desastre. (T-16.II.8:1-5)

Para ello, un Curso de Milagros provee un programa de estudios sumamente individualizado, en el que todos sus aspectos están bajo el cuidado y la dirección especial del Espíritu Santo.

Pregunta y Él te contestará. Ésa es Su responsabilidad, y sólo Él está capacitado para asumirla. Responder es Su función. Dirigirle a Él tus preguntas es la tuya.
 (M-29.2:6-10)


El Espíritu Santo jamás ha dejado de resolver por ti ningún problema que hayas puesto en Sus manos, ni jamás dejará de hacerlo. Cada vez que has tratado de resolver algo por tu cuenta, has fracasado. ¿No es hora ya de que conectes todos estos hechos y te des cuenta de lo que significan? Éste es el año en que debes poner en práctica las ideas que se te han dado. Pues las ideas son fuerzas poderosísimas que deben ponerse en práctica y no dejar en desuso. Ya te han dado suficientes pruebas de su poder como para que desees depositar tu fe en ellas y no en su negación. Dedica este año a la verdad y déjala obrar en paz. Ten fe en Aquel que tiene fe en ti. Piensa en lo que realmente has visto y oído, y acéptalo. ¿Cómo puedes estar solo con seme­jantes testigos?
(T-16.II.9:1-10)

El Curso se encuentra organizado enteramente como una herramienta de enseñanza, no es un curso de especulación filosófica, ni está intere­sado en una terminología precisa. Se orienta únicamente hacia la Expiación o corrección de la percepción. El medio de la Expia­ción es el perdón. 

Consiste en tres libros: un Texto de 622 páginas, un Libro de Ejercicios de 478 páginas, y un Libro para Maestros de 88 páginas. El orden en el cual los estudiantes elijan usar los libros y las formas en las que lo estudien dependen de sus necesidades y preferencias particulares.

¿Qué es mejor para unos y qué es mejor para otros? Es posi­ble que a algunos alumnos les sea más útil leer primero el manual. A otros les puede resultar mejor empezar con el libro de ejercicios. Y todavía habrá otros que quizá necesiten empezar en el nivel más abstracto que ofrece el texto. 

Para que los ejercicios del libro de ejercicios tengan sentido para ti, es necesario, como marco de referencia, disponer de una base teórica como la que provee el texto.

Es la práctica de los ejercicios, no obstante, lo que te permitirá alcanzar el objetivo del curso. Una mente sin entrenar no puede lograr nada. El propó­sito de este libro de ejercicios es entrenar a tu mente a pensar según las líneas expuestas en el texto.

Los ejercicios son muy sencillos. No requieren mucho tiempo, y no importa dónde se hagan. No requieren ninguna prepara­ción. El período de entrenamiento dura un año. Las lecciones van numeradas de la 1 a la 365. No intentes hacer más de una serie de ejercicios por día.

El libro de ejercicios está dividido en dos secciones principa­les. La primera está dedicada a anular la manera en que ahora ves, y la segunda, a adquirir una percepción verdadera. A excep­ción de las sesiones de repaso, los ejercicios diarios están planeados en torno a una idea central que se enuncia primero. A ésta le sigue una descripción de los procedimientos concretos mediante los cuales debe aplicarse la idea del día.

Decídete hoy, cierra los ojos, piensa para tus adentros y dispónte este año a hacer algo diferente, algo distinto de todo lo que ha sucedido antes: Seguro que no te arrepentirás !!!