DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

LA VERDAD DE LA REALIDAD: LA INTERPRETACION EN LAS RELACIONES


No son las palabras las que nos lastiman, es nuestra interpretación de esas palabras lo que nos hiere.




La verdad es real en sí misma  y no necesita defensa. Cualquier intento de otorgar realidad al error intentando que sea tu verdad condiciona tu percepción.

Se nos ha condicionado a pensar que nuestras emociones están causadas por lo que sucede a nuestro alrededor. La interpretación en tu mente que haces de todo cuanto te rodea no es sino un vano intento de justificar tus reacciones. Ante cualquier percepción de ataque por uno de tus hermanos reaccionamos de forma automática. Estamos convencidos de que si respondemos a ese ataque con cualquier reacción asociada al miedo (culpa, ira, enfado…) nuestros actos están justificados. El ego se empeña en culpar a los demás creyendo que tiene razón y que son los otros los que se encuentran bajo el error.

Pero analizar lo que los otros hacen no nos concierne, pues no somos quienes para evaluar las intenciones, la realidad interior o el sufrimiento de los que nos rodean. Pero frecuentemente lo hacemos, y al hacerlo e interpretar la situación a nuestra manera, estamos otorgando realidad a nuestros pensamientos, y al otorgarles realidad no podemos ver sino lo que queremos y por lo tanto a través de una percepción distorsionada lo convertimos en nuestra propia realidad, posiblemente alejada de la verdad.

Si decides que alguien está realmente tratando de atacarte, abando­narte o esclavizarte, reaccionarás como si realmente lo hubiese hecho, al haberle otorgado realidad a su error. Interpretar el error es conferirle poder, y una vez que haces eso pasas por alto la verdad. (T-12.1.1:7-8)

Solamente existe una forma correcta de interpretar cualquier situación, porque solamente existe un tipo de pensamiento real: El amor, pues solo el amor existe. Cualquier percepción de algo no amoroso, en realidad no existe y ha de ser considerado como una petición de ayuda.

La única opción posible de interpretación ante cualquier situación en la que nos veamos envueltos es la del agradecimiento, pues todo pensamiento que nazca de un Hermano o es un pensamiento amoroso o una petición de ayuda. En cualquier caso bien sea en un sentido o en otro, no es sino una oportunidad para evitar reactivar una emoción negativa y transmutarla en el descubrimiento del mecanismo de percepción anómalo que se ha producido y por lo tanto nos ofrece la posibilidad de superarlo: Dominar las emociones, es dominar los pensamientos y por lo tanto la posibilidad de cambiar la percepción de la realidad

La única reacción apropiada hacia un hermano es apreciarlo. Debes estarle agradecido tanto por sus pensamientos de amor como por sus peticiones de ayuda, pues ambas cosas, si las perci­bes correctamente, son capaces de traer amor a tu conciencia. (T-12.1.6:1-2)

Otorgar realidad al error es reconocer que lo conoces en ti y que por lo tanto existe. Por eso al proyectar en tu hermano tu propio error, e interpretar su propias necesidades no estas sino reconociendo las tuyas. Dejar de juzgar te permite reconocer en tu Hermano lo que él verdaderamente es, y al reconocerlo en él no puedes sino pensar lo mismo de ti. En eso esta basada la curación y el milagro, pues al percibir la verdadera realidad y considerar la petición de ayuda como lo que es, otorgas amor, y al hacerlo tu mismo te estás sanando.

Por lo tanto solo existe una manera de reaccionar a la realidad, pues la realidad es inmutable y la inmutabilidad solo reside en el Maestro de la verdad: Aplicar las interpretaciones del Espíritu Santo es garantía de paz, pues transforma tu miedo y tu tendencia al ataque en amor.

El miedo es un síntoma de tu profunda sensación de pérdida. Si al percibirlo en  otros aprendes a subsanar esa sensación de pérdida, se elimina la causa básica del miedo. De esa manera, te enseñas a ti mismo que no hay miedo en ti. Los medios para erradicarlo se encuentran en ti, y has demostrado esto al dárselos a otros. El miedo y el amor son las únicas emociones que eres capaz de experimentar. (T-12.1.9:1-5)

El amor es la única forma de percibir la realidad correctamente, Sea la que sea la situación ante la que te encuentres, no intentes interpretar, pide la interpretación del espíritu y abandona la tuya pues eso permitirá que él reemplace tu juicio y tu visión contemplando el amor en todo y en todos. Reemplazando el miedo por amor y transformando el error en verdad
Si deseas contemplar el amor, que es la realidad del mundo, ¿qué mejor cosa podrías hacer que reconocer en toda defensa con­tra él la súplica de amor subyacente? ¿Y de qué mejor manera podrías darte cuenta de su realidad que respondiendo a esa súplica dando amor? (T-12.1.10:1-2)

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