DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

LA HUMILDAD DURANTE EL CURSO


La humildad trae paz porque no exige que tú debas regir el universo, ni juzgar las cosas como quisieras que fuesen. 
(S-1.V.1:4)

Comenta Kenneth Wapnick en su glosario de términos que: “la humildad es de la mente correcta, la cual reconoce su dependencia de Dios, mientras que la arrogancia es de la mente errada, la cual siente que está en competencia con El; el espíritu descansa en la grandeza de Dios, de Quien deriva su poder, mientras que la grandiosidad del ego proviene de creer que él es Dios, y que posee el poder para determinar nuestra función en el plan de Dios; de esta manera el ego confunde la humildad con la arrogancia, y nos dice que somos indignos de ser los instrumentos de salvación de Dios” .

Se humilde ante El y, sin embargo, grande en EL (T-15.IV.3:1)

Con estas palabras se  nos exhorta  a reconocer la gratitud hacia Dios por su creación sin pensamientos de competencia o usurpación, en lo cual radica la verdadera grandeza




El ego dedica gran parte de su tiempo a proteger la imagen que ha creado de si mismo. Una imagen que lo hace “especial” y distinguible de otras personas mediante una serie de opiniones, ideas y creencias. Por eso utiliza todas sus defensas para proteger a esos sus ídolos, atento ante cualquier aparente señal de amenaza o cambio hacia alguno de ellos. El hecho en sí de la existencia de esas defensas hace que se perciba a si mismo como vulnerable, pues usa la defensa como significado de lo que es.

 
Por eso, el ego vulnerable esta lleno de miedo y utiliza sus defensas para ocultar sus temores, tras un comportamiento que puede aparentar ser el de una persona con una alta autoestima mirando a los otros desde un tono de superioridad, o mediante una necesidad de hacer comparaciones para poder buscar la falta y la crítica a los otros.

La humildad, en cambio, contiene el poder de la indefensión porque el Espíritu Santo es invulnerable y por tanto no requiere defensa. Así una persona que es honestamente humilde, es alguien que no tiene necesidad alguna de probar nada ni de sentirse por encima de nadie, pues es capaz de reconocer que no sabe de nada. La humildad sólo procura aprender, lo cual procede del reconocimiento del la dependencia de uno mismo para con el ego.

Una persona verdaderamente humilde sabe quien realmente es y lo reconoce en sus semejantes, aun cuando a sus semejantes se le halla podido olvidar y bajo ela protección de la indefensión, no necesita ni atacar ni defenderse, pues sabe que el amor es lo único que es real, y todo cuando sucede, es una oportunidad para recibir o dar amor, que en el fondo es lo mismo. Desde la humildad se puede reconocer un comportamiento arrogante en tus semejantes cuando se este está operando a través de miedo, y bajo la mano del Espíritu Santo, mantener un espacio de comprensión y de amor,  para no dejarse llevar por el miedo de otros y evitar responder con el ataque.

Con respecto a la humidad durante el curso, UCDM no transige en que se renuncien a todos los pensamientos del ego, por eso tener la sensación de que se ha aprendido el curso, debe servir de alarma de la intromisión de la arrogancia del ego, pues se asume la creencia de que uno conoce a fondo el curso simplemente con una o dos lecturas… Bajo esa creencia del ego, piensan que han aprendido el curso y que dominan los principios básicos del pensamiento del curso y por eso la tentación es considerase a sí mismos unos maestros enviados por Dios o por Jesús para salvar el mundo.

El especialismo busca siempre la excepción y la tentación es creer que uno es la excepción. ¡Volvemos al especialismo espiritual! Sin embargo esa actitud no permite reconocer la verdad que conlleva su estudio progresivo y la practica constante, lo cual esta cerrando las puertas a cualquier posibilidad de una progresión, pues el simple pensamiento de que ya se ha aprendido todo lo que había por aprender, pone un limite al aprendizaje sin que se tenga consciencia de que en realidad, eso es lo que se ha hecho.


Aprender este curso requiere que estés dispuesto a cuestionar cada uno de los valores que abrigas (T-24.Int.2:1)


Es un error intentar una visión del curso bajo el especialismo, pues el aprendizaje del curso bajo la dirección del ego, provee un concepto erróneo y tergiversado de las palabras de Jesús. Solo la actitud humilde en el estudio de UCDM y la comprensión nos permitirá desprendernos del apego a la importancia propia y a la arrogancia de nuestros egos ser conducidos amorosamente en el retorno a casa.

La verdadera humildad requiere que aceptes la idea de hoy porque es la Voz de Dios la que te dice que es verdad. Éste es uno de los primeros pasos en el proceso de aceptar tu verdadera función en la tierra. Es un paso gigantesco que te conducirá al lugar que te corresponde ocupar en la salvación. (LE-pI.61.3:1-3)

Reemplazar la arrogancia del sistema de pensamiento del ego con la humildad del perdón del Espíritu Santo, nos recuerda que la verdadera Identidad es el Ser y no el "yo" del Ego

La humildad consiste en aceptar el papel que te corresponde en la salvación y en no aceptar ningún otro. No es humildad insistir que no puedes ser la luz del mundo si esa es la función que Dios Mismo te asignó. Es sólo la arrogancia la que afirmaría que ésa no puede ser tu función, y la arrogancia es siempre cosa del ego. (LE-pI.61.2:3-5)

La humildad supone tu aceptación del papel que por Dios nos ha sido asignado; pues no hemos sido nosotros quienes la hemos establecido, ni tan siquiera ha sido idea nuestra. Por tanto, insistir en que se nos asigne otro papel, o considerar que otro papel puede ser más adecuado, no es sino caer bajo las garras de la arrogancia del ego, que afirma que somos pecadores, culpables, temerosos y que nos avergonzamos de lo que somos. Pero podemos respirar tranquilos, pues puede que nuestro plan sea imposible, pero el de Dios jamás puede fracasar porque Él es su Fuente.

Seamos pues hoy humildes, y aceptemos el hecho tal como es, pues la verdadera humildad no nos adjudica ninguna otra función, excepto la que se nos ha sido encomendada. La salvación del mundo es la Voluntad de Dios y por tanto la nuestra, y la Voluntad de Dios se hace tanto en la tierra como en el Cielo, pues mediante su Poder, nos han sido proporcionado, todos los medios para llevarla a cabo perfectamente. Poseemos la fuerza necesaria para hacer lo que se nos pide llevar a cabo. Nuestras mentes están perfectamente capacitadas para desempeñar el papel que nos asignó Uno que nos conoce bien.

¿Quien una vez contemplado ese poder, piensa que es posible volver a confiar en nuestra insignificante fuerza?

¿Quién trataría de volar con las minúsculas alas de un gorrión, cuando se le ha dado el formidable poder de un águila? ¿Y quién pondría su fe en las miserables ofrendas del ego, cuando los dones de Dios se encuentran desplegados ante él? (M-4.I.2:1-3)


Acepta el papel que te corresponde como co-creador y emergerá en tu conciencia lo que siempre estuvo ahí. Con humildad, elevamos nuestros corazones hasta Aquel que nos creó inmaculados y semejantes a Él en poder y en el Amor de su Padre y su derecho al Cielo; y como dice el título de la lección 328.


Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero (LE.pII.328)



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