El
pasado día, mi paz se vio alterada ante los gritos de un compañero de trabajo, por
un asunto nimio y pensando hoy en las circunstancias del ataque y el malestar
que dicha circunstancia me produjo, he acabado concluyendo que como estudiante
de UCDM, debía aprender a que las dificultades de la vida no deberían tener el
poder de arrebatar nuestra paz interior.
En
nuestro transcurrir por el sueño que es la vida, estamos convencidos de que
somos cuerpos en relación con otros cuerpos, y ante los problemas que el vivir
nos presenta, pareciera que UCDM desde su visión metafísica de enseñanza, en el que todos somos mente, puede con
dificultad dar una respuesta adecuada a estas situaciones de ataque.
Cuando
somos diana de un ataque y nos sentimos heridos en nuestro interior, la
respuesta lógica parece ser devolver el ataque, porque en nuestro sistema de
pensamiento continuamos pensando en la existencia de cuerpos separados y nos
olvidamos que en la Mente Una, la persona que creemos nos está atacando, está en
realidad en nuestra misma mente; y es por tanto, la elección que realizas al identificarte
con el sistema de pensamiento del ego, la causa del malestar que sentimos, al perpetuar en
nuestro ser consciente una proyección inconsciente de nuestra creencia en la
separación,
Los
sentimientos que tienes durante el ataque de tu hermano son ciertamente los normales.
Mientras sientas que los tienes, no deberían ser ignorados, o juzgados. No
debemos comportarnos de una manera diferente a la habitual dentro del nivel en
el que creemos encontrarnos.
Ante
el ataque la existencia de nuestro ego se ve amenazada. Pero actuar de forma
diferente a la que el ego espera, puede crear en nuestra mente verdaderas dudas
entre la caridad -“la caridad es una forma de percibir la perfección en otro aun
cuando no puedas percibirla en ti mismo” T-2.V.9:4.- que supone conocer que quien
nos ataca precisa de nuestro amor y por otra el hecho del propio ataque, perpetuando
un sentimiento de obligación y
de culpa y otorgando de esa manera poder a la ilusión del ataque y al sentimiento
de separación.
El ego siempre habla
primero. Es caprichoso y no le desea el bien a su hacedor. (T-6.IV.1:2-3)
El
objetivo final del curso es el enseñarnos a percibir únicamente una petición de
amor, pero ciertamente ése es el final del proceso, y llegados a él
posiblemente no necesitaríamos leer estas líneas. Pero mientras tanto, es
importante ser honesto acerca de lo que sientes, sin hacer juicios de valor
respecto a la situación concreta y sin intentar ponerte a ti mismo en un estado
mental con el cual aún no estás identificado por completo.
"Una vez que alguien queda atrapado en el mundo de la percepción,
queda atrapado en un sueño. No puede escapar sin ayuda, porque todo lo que sus
sentidos le muestran da fe de la realidad de su sueño. Dios nos ha dado la
Respuesta, el único Medio de escape, el verdadero Ayudante. La función de Su
Voz - Su Espíritu Santo - es mediar entre los dos mundo. El Espíritu Santo
puede hacer eso porque, si bien por una parte conoce la verdad, reconoce
también nuestras ilusiones, aunque no cree en ellas. El objetivo del Espíritu
Santo es ayudarnos a escapar del mundo de los sueños, enseñándonos como cambiar
nuestra manera de pensar. El Curso, no obstante, ofrece su propia definición de
lo que en realidad es el perdón, así como también de lo que es el mundo."
(prefacio xiii)
Por tanto, en cada decisión que tomamos, es importante
invitar al Espíritu Santo para asegurarnos que nuestros actos de caridad provienen de la Verdad y no de la culpabilidad
y del miedo. Y es la llamada al Espíritu Santo la que te permite una visión
diferente de la situación. Te gustaría sentirte bien y no ser atacado sin
embargo, pero lo que en verdad necesitas es aprender a interpretar la
experiencia de otra manera
No se te está forzando a ello, sino que simplemente esperas lograr
lo que quieres. Por tanto, puedes decir con perfecta honestidad: Quiero ver
esto de otra manera (T-30.I.11:2-4).
Desde ese lugar sabremos qué es lo que debemos hacer o
no hacer, dándonos la oportunidad de sanar el atacante (y por tanto a nosotros
mismos), quizá no en forma, pero en verdad, ya que el atacante está realmente
en nuestra propia mente.
"Así es como surgieron todas las ilusiones. El que las teje no se da
cuenta de que es el mismo quien las urde ni cree que la realidad de estas
dependa de él. Cualquiera que sea su causa, es algo completamente ajeno a él, y
su mente no tiene nada que ver con lo que el percibe. No puede dudar de la
realidad de sus sueños porque no se da cuenta del papel que el mismo juega en
su fabricación y en hacer que parezcan reales."
(T-27.VII:6-9)
La teoría la conocemos todos, pero también reconocemos
que no es algo fácil de hacer. Es necesaria nuestra pequeña dosis de buena
voluntad para permitir que el Espíritu Santo guie nuestras acciones en el
sentido del amor y no del miedo. El amor nos permite reconocer la verdad en
cada situación, independientemente de las apariencias.
“Nunca estoy disgustado por la razón que creo” (LE.pI.5): Traer a la conciencia al menos
uno de estos pensamiento mientras estás siendo atacado, te pone en contacto con
la parte de tu mente que cree en el amor y no en el miedo
"El secreto de la salvación es sino este: que eres tu el que se está
haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso
sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quien el
de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cual parezca sea la causa de
cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no
reaccionarias en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tu
el que lo está soñando. No importa cual odiosas y cuan depravadas sean, no
podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata
tan solo de tu propio sueño"
(T-27.VIII.10:1-6)
Es posible al principio, tras el ataque te encuentres
verdaderamente disgustado y que estas ideas no aparezcan en tu mente hasta
pasado mucho tiempo tal y como me sucedió a mí.
Es importante no juzgarse
de ninguna forma cuando estés alterado ni olvidarse de pedir ayuda ni por
cualquier reacción que pudieras tener a los ataques. En la vida, estos ataques
se vuelven oportunidades para poder poner en práctica las lecciones
aprendidas.
Conociendo la teoría y con la práctica diaria, tu manera de
pensar irá cambiando gradualmente, y poco a poco no te enfadarás de la misma
manera por un ataque y aprenderás a ver las cosas de otra manera.
Es tu elección…
siempre es tu elección
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