DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

EL PERDÓN SANA LA SEPARACIÓN


Hemos elegido considerarnos como seres separados, con la percepción del otro como "enemigo" (relación de odio especial) o como "ídolo salvador" (relación de amor especial) pero es el Espíritu Santo quien transforma y le quita todas las proyecciones de culpa a esta vieja y rancia percepción a una nueva realidad de "hermano" o "amigo", haciendo posible una visión real de nuestros hermanos.




La impecabilidad de nuestros hermanos se muestra en una luz brillante, los grandes Rayos; el Espíritu Santo quiere liberar tu visión para que puedas verlos en verdad, refulgiendo desde ellos, de manera tan ilimitada que llegan hasta Dios. Este cambio de percepción sólo es posible al ser contemplada con la visión del Espíritu Santo y es así,  como en cada relación santa, renace la capacidad de comunicación de la Filiación: Todas y cada una de las personas con quienes nos encontramos y relacionamos nos ofrecen la oportunidad de elegir entre la proyección o el perdón, entre la separación o la Unidad

Más allá del cuerpo que has interpuesto entre tu hermano y tú...
se encuentra tu relación santa, que Dios Mismo Ama...
Cristo renace en su centro
y Su Visión se le concede inmediatamente y de todo corazón
a todo aquel que esté dispuesto a ver a su hermano libre de pecado...
T-22.II.12-13

Contemplemos pues a nuestros santos hermanos, libres de pecado y cuando tengamos pensamientos de desamor, o de falta de perdón, podemos pedir al Espíritu Santo que sea Él quien conduzca nuestros pensamientos:

Te entrego esto para que lo examines y juzgues por mí. No dejes que lo vea como un signo de pecado y de muerte, ni que lo use para destruir. Enséñame a no hacer de ello un obstáculo para la paz, sino a dejar que Tú lo uses por mí, para facilitar su llegada.
T.19.IV.C.11:8-10

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