DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

2015 UN NUEVO CURSO COMIENZA


Con cada comienzo de año, miles de propósitos convencionales, vienen a nuestra mente con el objetivo de hacer el año diferente y limpiar de nuestra consciencia aquellos pensamientos que nos llenan de culpa: adelgazaremos, haremos ejercicio, dejaremos de fumar, reemprenderemos aquellos estudios que quedaron olvidados, o aquella relación  maltratada…

Sin embargo en pocas ocasiones estos propósitos se enfrentan a la única necesidad mucho más allá de cualquier necesidad material: la búsqueda interior y el reencuentro con uno mismo.

El camino que cada uno de nosotros sigue para alcanzar este objetivo, está predeterminado y sólo requiere de nuestra pequeña dosis de buena voluntad para que una pequeña revolución acontezca en tu vida. Recuerda que una vez que esta jornada ha comenzado, el final es seguro. ¿Por qué esperar? ¿Por qué susti­tuirlo por ilusiones mundanas, cuando tu felicidad se encuentra a tan sólo un instante? El final es indudable una vez el camino ha comenzado y está garantizado por Dios.

Todos los caminos llevan a un mismo objetivo; no existen caminos mejores ni peores, pero desde estas páginas de estudio de Un Curso de Milagros, te ofrecemos el nuestro. Si por algún motivo estas leyendo estas letras, quizás éste sea el tuyo, pues nada llega a ti sin un propósito.




Ésta es la época en la que muy pronto dará comienzo un nuevo año del calendario cristiano. Tengo absoluta confianza en que lograrás todo lo que te propongas hacer. Nada te ha de faltar, y tu voluntad será completar, no destruir. Dile, entonces, a tu her­mano:

* Te entrego al Espíritu Santo como parte de mí mismo.
* Sé que te liberarás, a menos que quiera valerme de ti para aprisionarme a mí mismo.
* En nombre de mi libertad elijo tu liberación porque reconozco que nos hemos de liberar juntos.

De esta forma damos comienzo al año con alegría y en libertad. Es mucho lo que aún os queda por hacer, y llevamos mucho retraso. Acepta el instante santo con el nacimiento de este año, y ocupa tu lugar -por tanto tiempo vacante- en el Gran Despertar. Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo. Y permite que todas tus relaciones te sean santificadas. Ésta es nuestra voluntad. Amén. (T-15.XI.10)



Nuestro propio año nuevo nacerá de nuestro propio tiempo de Cristo. De la mano del Curso, aceptamos unirnos a Jesús en su tarea (el Gran Despertar), en un año de dicha y libertad, en el que nuestras relaciones se hacen santas, y en el que todo es lo mismo, porque todo en él está dedicado a un único propósito: Nuestro despertar y el de nuestros hermanos.

Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. No hagas interpretaciones que se opongan al Amor de Dios, pues tienes muchos testigos que hablan de él tan claramente, que sólo los ciegos y los sordos podrían no verlos ni oírlos. Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. Despierta y compártelo, pues ésa es la única razón por la que Él te ha llamado. Su Voz ha hablado claramente, pero tienes muy poca fe en lo que oíste debido a que has preferido tener más fe en el desastre que has ocasionado. Resolvamos hoy juntos aceptar las buenas nuevas de que ese desastre no es real y de que la realidad no es un desastre. (T-16.II.8:1-5)

Para ello, un Curso de Milagros provee un programa de estudios sumamente individualizado, en el que todos sus aspectos están bajo el cuidado y la dirección especial del Espíritu Santo.

Pregunta y Él te contestará. Ésa es Su responsabilidad, y sólo Él está capacitado para asumirla. Responder es Su función. Dirigirle a Él tus preguntas es la tuya.
 (M-29.2:6-10)


El Espíritu Santo jamás ha dejado de resolver por ti ningún problema que hayas puesto en Sus manos, ni jamás dejará de hacerlo. Cada vez que has tratado de resolver algo por tu cuenta, has fracasado. ¿No es hora ya de que conectes todos estos hechos y te des cuenta de lo que significan? Éste es el año en que debes poner en práctica las ideas que se te han dado. Pues las ideas son fuerzas poderosísimas que deben ponerse en práctica y no dejar en desuso. Ya te han dado suficientes pruebas de su poder como para que desees depositar tu fe en ellas y no en su negación. Dedica este año a la verdad y déjala obrar en paz. Ten fe en Aquel que tiene fe en ti. Piensa en lo que realmente has visto y oído, y acéptalo. ¿Cómo puedes estar solo con seme­jantes testigos?
(T-16.II.9:1-10)

El Curso se encuentra organizado enteramente como una herramienta de enseñanza, no es un curso de especulación filosófica, ni está intere­sado en una terminología precisa. Se orienta únicamente hacia la Expiación o corrección de la percepción. El medio de la Expia­ción es el perdón. 

Consiste en tres libros: un Texto de 622 páginas, un Libro de Ejercicios de 478 páginas, y un Libro para Maestros de 88 páginas. El orden en el cual los estudiantes elijan usar los libros y las formas en las que lo estudien dependen de sus necesidades y preferencias particulares.

¿Qué es mejor para unos y qué es mejor para otros? Es posi­ble que a algunos alumnos les sea más útil leer primero el manual. A otros les puede resultar mejor empezar con el libro de ejercicios. Y todavía habrá otros que quizá necesiten empezar en el nivel más abstracto que ofrece el texto. 

Para que los ejercicios del libro de ejercicios tengan sentido para ti, es necesario, como marco de referencia, disponer de una base teórica como la que provee el texto.

Es la práctica de los ejercicios, no obstante, lo que te permitirá alcanzar el objetivo del curso. Una mente sin entrenar no puede lograr nada. El propó­sito de este libro de ejercicios es entrenar a tu mente a pensar según las líneas expuestas en el texto.

Los ejercicios son muy sencillos. No requieren mucho tiempo, y no importa dónde se hagan. No requieren ninguna prepara­ción. El período de entrenamiento dura un año. Las lecciones van numeradas de la 1 a la 365. No intentes hacer más de una serie de ejercicios por día.

El libro de ejercicios está dividido en dos secciones principa­les. La primera está dedicada a anular la manera en que ahora ves, y la segunda, a adquirir una percepción verdadera. A excep­ción de las sesiones de repaso, los ejercicios diarios están planeados en torno a una idea central que se enuncia primero. A ésta le sigue una descripción de los procedimientos concretos mediante los cuales debe aplicarse la idea del día.

Decídete hoy, cierra los ojos, piensa para tus adentros y dispónte este año a hacer algo diferente, algo distinto de todo lo que ha sucedido antes: Seguro que no te arrepentirás !!!

EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD


En esta Navidad en la que se celebra el nacimiento de la santidad en este mundo, únete a mí que me decidí en favor de la santidad en tu nombre.
 (T-15.III.1.1)
 



El  nacimiento de Jesús para muchas personas, es un acontecimiento histórico, algo único e irrepetible en el devenir de la humanidad. A diferencia de esta actitud, el Curso ve a cada Navidad como un ejemplo de la posibilidad de puesta en marcha de un principio que necesita ser activado en nuestras vidas y que es válido hoy, aquí y ahora. La Navidad es el símbolo del cambio. Significa el nacimiento de un ser nuevo, cuya madre es nuestra condición humana y cuyo padre es Dios.

Cada Navidad se nos da la oportunidad de aceptar el espíritu de Dios, permitiendo  que nuestro corazón sea la matriz para Cristo, un lugar donde pueda crecer en plenitud y prepararse para su nacimiento en la tierra.

Dentro de cada uno de nosotros existe una parte de la mente que conoce nuestra totalidad y nuestra esencia. Es un conocimiento innato, un guía que siempre nos lleva a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos.

Cristo nace en el ahora, sin pasado ni futuro y viene a entregar el presente al mundo. Somos afortunados porque Dios nos ha elegido para que su hijo nazca por intermedio de cada uno de nosotros, pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se le ha invitado. Por tanto, comencemos estas fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial.

No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. Él sabrá orientarnos sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo: El regalo del conocimiento de nuestra esencia, la esencia que siempre ha estado en nosotros y que es la única que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. 


LA VERDAD DE LA VIDA EN LA TIERRA

Voy a contarte la verdad de la vida en la Tierra. Pero no te va a gustar.


No te va a gustar porque tú ya conoces esa verdad pero has decidido olvidarla. Te has empeñado en no recordarla. Así que vas a poner excusas para no oírla, para evitarla y dejarla en el olvido. Es esta:

No tienes derecho a ser infeliz – nunca.




Pero tú crees que sí. Así que en tu ignorancia vives íntima y voluntariamente infeliz, has convertido a la infelicidad en tu compañera de vida. Tú eres propenso a estar deprimido, taciturno, preocupado, resentido, frustrado, quejoso y malhumorado en cualquier momento. Nadie puede fiarse de que vayas a estar mucho tiempo sin ser infeliz. La infelicidad es más cercana y querida para ti que cualquier hombre, mujer o niño en tu vida. Así que normalmente se interpone entre tú y los demás, sumiendo incluso tus relaciones entrañables en desacuerdos y discusiones. No obstante, tú, inmutable, insistes en vivir tus peliagudas y problemáticas emociones, obligando a vivirlas también a los que están a tu alrededor, hasta que a ti te vuelva a apetecer ser agradable y simpático… hasta la próxima vez.

Y lo más terrible es que tú crees que esa es la forma natural de vida en la Tierra. Por eso toleras y excusas tus sórdidos modales infelices. Y con tu ejemplo contagias esta horrible enfermedad innatural a los niños. Mientras ocurre todo esto, tú crees que eres encantador y mereces ser más amado. Eres irresponsable. Deshonras la vida en la Tierra. Porque tú no amas la vida sino tu infelicidad.

¿Lo dudas? Entonces examinemos tu integridad.

La próxima vez que estés malhumorado, irritable, preocupado, de mala gana, impaciente o deprimido, ¿cambiarás inmediatamente, ahora, y vendrás a la vida? ¿O te aferrarás firmemente a tu infelicidad, esa cosa tan fea? ¿La defenderás? ¿Te dedicarás con firmeza a defender tu derecho a ser infeliz? ¿Lucharás por él? ¿Como quizás ahora te sientes inclinado a hacer? Si te aferras a algo que con tal devoción y lealtad es obvio que tienes que amarlo.

Tú has decidido olvidar que tu infelicidad es sólo tuya porque te conviene. Pero tú eres el único responsable de ella, es tu contribución personal a la infelicidad en la Tierra. Sólo puede vivir en ti mientras seas lo suficientemente egoísta, inmaduro e insensible para mantenerla. Nadie puede librarse de ella por ti. Nadie más quiere tu infelicidad, sólo tú.

¿Entonces por qué eres deshonesto contigo mismo?

¿Por qué finges quejándote cuando eres infeliz, si el que está causando la infelicidad, el que está aferrándose a ella todo el tiempo eres tú?

Ahora déjame que te recuerde el resto de la verdad de la vida en la Tierra.

Tú no tienes derecho a ser infeliz, nunca.
Porque la vida es buena.


La vida siempre es buena ahora. Deja que alguien te ponga un cojín sobre la cara, ahora, o cuando seas infeliz, y te darás cuenta. Si te dicen que tienes un cáncer y te queda un mes de vida, verás como cada problema, cada pedacito de patética infelicidad en tu vida de ahora, desaparece milagrosamente. Te darás cuenta instantáneamente de que la vida es buena. Y que es buena ahora, en este momento, en todo momento.

Te darás cuenta de que la vida no es ni ayer ni mañana, que no está en esa tierra soñada de infelicidad de pasado y futuro donde incubas y alimentas tu malhumor y tu resentimiento. El día que te mueras – que siempre está más cerca de lo que uno cree – tu único deseo será haber realizado la verdad de la vida.

¿Hay que obligarte a afrontar la muerte para que te des cuenta de que la vida es buena?

En los eventos no hay infelicidad.

Toda infelicidad está en ti – en tu apego al derecho a ser infeliz cuando las cosas cambian, que es como debe ser. Nadie escapa a los eventos de la vida. Pero tú, en tu ceguera de infelicidad, no alcanzas a ver que esos eventos traumáticos sólo existen para ayudarte a despertar y realizar la verdad de la vida. Ese es el propósito de vivir, que también has decidido olvidar.

Tú siempre tienes una buena excusa para justificar tu infelicidad. Siempre culpas a alguien o algo; pero nunca a ti mismo, el único que tiene la culpa. Si alguien te hace algo, la ira te consume. Si alguien te falla, te traiciona, te defrauda, tú te sientes amargado o abatido. Si tu amante o un ser querido se muere o te deja, si pierdes tu trabajo o tu dinero, te sientes desconsolado, perdido en el dolor.

Así es cómo vive la mayoría de la gente. Pero eso no es la vida. Vivir así, ignorando la verdad de la vida, tiene que resultar traumático y doloroso, porque todo aquello por lo que vives tiene que morir, cambiar o pasar – pero tú sigues manteniendo la esperanza de que eso no ocurra. Intentar vivir con tal desesperación, con tal insensatez, es infelicidad.


Tú no sólo estás viviendo. Eres la vida.

Eres la propia vida, personificada sobre la Tierra. Y además, detrás de las incesantes subidas y bajadas de la personalidad, eres vida todo el tiempo – no sólo una parte del tiempo. La vida no cambia ni fallece. La vida sigue. ¿Ha habido algún momento en el que tú no siguieras, que no hayas podido pasar incluso en la crisis más profunda? Por supuesto que no.

La vida es buena porque es verdad. Y lo es en todo momento – cuando renuncias al derecho a ser infeliz.

Renuncia a él ahora y eres libre.



Un extracto del libro de Barry Long Sólo el Miedo Muere.

LA INVITACION por gangaji


Te doy la bienvenida a indagar;
Te doy la bienvenida a tu 
siempre más profundo, 
siempre más fresco descubrimiento.





Es posible descubrir que la esencia de tu ser es consciencia silenciosa. La verdad sobre quién eres es más profunda y está más cerca que la historia que te cuentas sobre quién eres. Y es posible descubrir directamente esa verdad sobre ti en este momento, sea un momento de exaltación o un momento horrible. No hay nada que tenga que cambiar o permanecer igual. El resultado esencial de este descubrimiento es una dicha y realización absolutas. 

Estoy aquí para apoyarte en este descubrimiento, de la misma forma que mi maestro me apoyó a mí, a través de la indagación hacia la verdad de quién eres. La consciencia silenciosa, que es quién eres en realidad, no está en contra de ninguna dualidad. Eres la fuente de la dualidad y la fuente de la resolución de la dualidad. La consciencia silenciosa que eres incluye todas las historias, todos los pensamientos, todos los ruidos, todas las acciones, todas las emociones y todas las circunstancias. Está presente antes de cualquier cosa, durante la existencia de cualquier cosa y después de que cualquier cosa haya ocurrido.

La historia sobre ti está cambiando y mutando constantemente. La verdad de ti no cambia nunca. Con suficiente trabajo y poder se puede convertir en una historia muy buena. Pero la historia de quien eres nunca te va a llenar porque no es la verdad de quién eres. La verdad está siempre presente por debajo de cualquier narración que pueda estar ocurriendo. Indagar en la verdad es indagar en lo que no está dicho, en lo que no está creado, y que está siempre presente , independientemente de una historia buena o mala, una historia de éxito o una historia de fracaso.

Cuando dejas completamente de esperar una historia mejor, o mejores emociones, o mejores circunstancias, entonces la mente está abierta a indagar hacia aquello que está presente, ahora y siempre, y en paz de manera natural.

Realmente no hay forma de que vivas una vida plena hasta que descubras la verdad sobre ti. Puedes vivir con un sentido y propósito, pero si ese propósito es simplemente una parte de la narración de la historia de tu vida, te continuarás perdiendo la realización más profunda. Un propósito auténtico es más grande que quién crees que eres, y dentro de él hay dicha y paz.

Una vida plena o realizada tiene tanto un aspecto práctico como trascendental; de hecho es donde lo práctico y lo trascendental se encuentran. Trascendentalmente, eres conciencia inmortal, eres vida consciente. Cuando tu personalidad se va, cuando tu historial personal se va, permaneces como Vida en sí misma. Y prácticamente, cuando tú como forma individual te das cuenta de ti mismo como algo que no está limitado por ninguna forma, tu vida particular se enriquece profunda y dulcemente. Es, de manera natural, un reflejo de significado y propósito.

Te invito a que pares de imaginar quién eres, a que pares de imaginar qué es la iluminación, y a que pares de imaginar qué es la realización. A que pares de imaginar cómo será tu futuro, y a que pares de imaginar cómo fue tu pasado. A estar aquí, simplemente como consciencia, presente, indagando sobre lo que siempre está aquí. Cuando la respuesta a esa indagación viene a través de una experiencia directa en lugar de con la definición de una historia personal, la realización no conlleva ningún esfuerzo. El propósito que se desprende de esa realización es natural y sorprendente. 

Te doy la bienvenida a indagar; te doy la bienvenida a tu siempre más profundo, siempre más fresco descubrimiento. 

SERGI TORRES Y SU EXPERIENCIA CON UCDM


En esta entrevista de Ricardo Soriano para su programa "conexiones del ser" emitido por el canal "visionarios hispanos TV" entrevista a Sergi Torres, donde cuenta su experiencia con UCDM y toca los principales temas los principales temas de este curso
Con el amor característico de Sergi en sus palabras, nos deja un mensaje profundo y cercano cómo sólo él lo sabe hacer, llegando hasta el centro del corazón.


COMO ACTUAR ANTE EL ATAQUE

El pasado día, mi paz se vio alterada ante los gritos de un compañero de trabajo, por un asunto nimio y pensando hoy en las circunstancias del ataque y el malestar que dicha circunstancia me produjo, he acabado concluyendo que como estudiante de UCDM, debía aprender a que las dificultades de la vida no deberían tener el poder de arrebatar nuestra paz interior.




En nuestro transcurrir por el sueño que es la vida, estamos convencidos de que somos cuerpos en relación con otros cuerpos, y ante los problemas que el vivir nos presenta, pareciera que UCDM desde su visión metafísica de enseñanza,  en el que todos somos mente, puede con dificultad dar una respuesta adecuada a estas situaciones de ataque.

Cuando somos diana de un ataque y nos sentimos heridos en nuestro interior, la respuesta lógica parece ser devolver el ataque, porque en nuestro sistema de pensamiento continuamos pensando en la existencia de cuerpos separados y nos olvidamos que en la Mente Una, la persona que creemos nos está atacando, está en realidad en nuestra misma mente; y es por tanto, la elección que realizas al identificarte con el sistema de pensamiento del ego, la causa del malestar que sentimos, al perpetuar en nuestro ser consciente una proyección inconsciente de nuestra creencia en la separación,

Los sentimientos que tienes durante el ataque de tu hermano son ciertamente los normales. Mientras sientas que los tienes, no deberían ser ignorados, o juzgados. No debemos comportarnos de una manera diferente a la habitual dentro del nivel en el que creemos encontrarnos.

Ante el ataque la existencia de nuestro ego se ve amenazada. Pero actuar de forma diferente a la que el ego espera, puede crear en nuestra mente verdaderas dudas entre la caridad -la caridad es una forma de percibir la perfección en otro aun cuando no puedas percibirla en ti mismo” T-2.V.9:4.- que supone conocer que quien nos ataca precisa de nuestro amor y por otra el hecho del propio ataque, perpetuando un sentimiento de obligación y de culpa y otorgando de esa manera poder a la ilusión del ataque y al sentimiento de separación.


El ego siempre habla primero. Es caprichoso y no le desea el bien a su hacedor. (T-6.IV.1:2-3)


El objetivo final del curso es el enseñarnos a percibir únicamente una petición de amor, pero ciertamente ése es el final del proceso, y llegados a él posiblemente no necesitaríamos leer estas líneas. Pero mientras tanto, es importante ser honesto acerca de lo que sientes, sin hacer juicios de valor respecto a la situación concreta y sin intentar ponerte a ti mismo en un estado mental con el cual aún no estás identificado por completo.

"Una vez que alguien queda atrapado en el mundo de la percepción, queda atrapado en un sueño. No puede escapar sin ayuda, porque todo lo que sus sentidos le muestran da fe de la realidad de su sueño. Dios nos ha dado la Respuesta, el único Medio de escape, el verdadero Ayudante. La función de Su Voz - Su Espíritu Santo - es mediar entre los dos mundo. El Espíritu Santo puede hacer eso porque, si bien por una parte conoce la verdad, reconoce también nuestras ilusiones, aunque no cree en ellas. El objetivo del Espíritu Santo es ayudarnos a escapar del mundo de los sueños, enseñándonos como cambiar nuestra manera de pensar. El Curso, no obstante, ofrece su propia definición de lo que en realidad es el perdón, así como también de lo que es el mundo." (prefacio xiii)

Por tanto, en cada decisión que tomamos, es importante invitar al Espíritu Santo para asegurarnos que nuestros actos de caridad  provienen de la Verdad y no de la culpabilidad y del miedo. Y es la llamada al Espíritu Santo la que te permite una visión diferente de la situación. Te gustaría sentirte bien y no ser atacado sin embargo, pero lo que en verdad necesitas es aprender a interpretar la experiencia de otra manera

No se te está forzando a ello, sino que simplemente esperas lograr lo que quieres. Por tanto, puedes decir con perfecta honestidad: Quiero ver esto de otra manera (T-30.I.11:2-4).

Desde ese lugar sabremos qué es lo que debemos hacer o no hacer, dándonos la oportunidad de sanar el atacante (y por tanto a nosotros mismos), quizá no en forma, pero en verdad, ya que el atacante está realmente en nuestra propia mente.

"Así es como surgieron todas las ilusiones. El que las teje no se da cuenta de que es el mismo quien las urde ni cree que la realidad de estas dependa de él. Cualquiera que sea su causa, es algo completamente ajeno a él, y su mente no tiene nada que ver con lo que el percibe. No puede dudar de la realidad de sus sueños porque no se da cuenta del papel que el mismo juega en su fabricación y en hacer que parezcan reales." 
(T-27.VII:6-9)

La teoría la conocemos todos, pero también reconocemos que no es algo fácil de hacer. Es necesaria nuestra pequeña dosis de buena voluntad para permitir que el Espíritu Santo guie nuestras acciones en el sentido del amor y no del miedo. El amor nos permite reconocer la verdad en cada situación, independientemente de las apariencias.

“Nunca estoy disgustado por la razón que creo” (LE.pI.5): Traer a la conciencia al menos uno de estos pensamiento mientras estás siendo atacado, te pone en contacto con la parte de tu mente que cree en el amor y no en el miedo

"El secreto de la salvación es sino este: que eres tu el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quien el de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cual parezca sea la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no reaccionarias en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tu el que lo está soñando. No importa cual odiosas y cuan depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan solo de tu propio sueño" 
(T-27.VIII.10:1-6)


Es posible al principio, tras el ataque te encuentres verdaderamente disgustado y que estas ideas no aparezcan en tu mente hasta pasado mucho tiempo tal y como me sucedió a mí.

Es importante  no juzgarse de ninguna forma cuando estés alterado ni olvidarse de pedir ayuda ni por cualquier reacción que pudieras tener a los ataques. En la vida, estos ataques se vuelven oportunidades para poder poner en práctica las lecciones aprendidas.

Conociendo la teoría y con la práctica diaria, tu manera de pensar irá cambiando gradualmente, y poco a poco no te enfadarás de la misma manera por un ataque y aprenderás a ver las cosas de otra manera. 

Es tu elección… siempre es tu elección

COMO DEBE HACER EL AMOR LA MUJER por Barry Long





Haz el amor por amor, sólo por amor. Y cuando estés haciendo el amor no esperes nada más allá de ese momento. Si no hay suficiente amor en tu compañero, deja de hacerlo; no hagas el amor.


¡Estoy hablando especialmente para ustedes, mujeres!



Si sientes que hay amor en el hombre, o sientes que el amor está en ti y quieres hacer el amor porque quieres SER amor con ese hombre, entonces debes ser capaz de entregarte a él completa y totalmente. Debes aprender cómo darte AHORA y no estar con un pie en el  "sí" y el otro en el "no". No debes protegerte de esa manera, porque así sólo estarás cuidando tu emoción. Pondrás una condición en tu hacer el amor.




Tu protección es: no hagas el amor por nada excepto por amor. Entrégate completa y totalmente, y de este modo puedes emplear el amor: para ser tú misma y para avanzar más, aun si el hombre no es capaz para esto.




El hombre no sabe cómo amar. Si tu amante sabe, entonces es maravilloso pero es muy, muy raro, porque el hombre se excita y la excitación nunca le hizo el amor correctamente a la mujer hasta ahora.




Cuando el hombre no es capaz para esto, ustedes mujeres, deben ser muy, muy fuertes. No deben ponerse emocionales después de hacer el amor...  pensando: ‘¿A dónde va esto?’ o ‘¡No tuve un orgasmo!’ o ‘¡El me falló!’ ¿Si él te está fallando, para qué haces el amor con él?




Tienes que hacer que el hombre actúe correctamente. Tienes que decir: ‘¡No voy a hacer el amor contigo si te vas a perder en ello. Si no puedes ser un hombre y librarte de esa maldita excitación no voy a hacer el amor contigo!’




Eres mujer. Deseas que te hagan el amor. Así que el hombre no tiene que comportarse como un chico o un bebé, o saltar para arriba y para abajo con una tremenda erección, tratando de perderse en ello!


¡Eres mujer! Es verdad, la liberación femenina está aquí. Pero debes entender lo que es. Es hacer que tu amante actúe correctamente.



Mujeres, deben hacer que sus amantes actúen correctamente, y entonces no serán mal usadas ni tendrán nada por lo cual ponerse emocionales. No deberían hacer el amor si ellos son niños: si se pierden a sí mismos. O, si los aman, entonces deben hacerse responsables y enseñarles. Y esto los hará a ambos más responsables. Requiere gran presencia hacer que los cuerpos se muevan correctamente, sin excitación, y ambos son responsables por hacerlo bien.




No es algo mecánico. Debes abandonar la idea de que si no hay algún tipo de romance, hacer el amor es algo mecánico. Se requiere gran conciencia para hacer que el cuerpo del hombre no esté excitado, para quese mueva en ti con tal presencia que puedas sentir la belleza. Sin emoción, sin imaginación, sientes la belleza, el puro placer de la sensación.




La realidad de la mujer es ser responsable por el amor, hacer el amor sólo por amor y ser vulnerable al amor.




Debes ser vulnerable al amor, de lo contrario el amor no podrá enviarte amor. Dices: Puedo ser amada. Soy vulnerable al amor, pero sólo al amor. Soy mujer. La mujer real siempre está disponible. Está disponible para ser amada AHORA. Para ser amada por el amor, porque ella no se entrega a nada más.




Muchas mujeres me han dicho que le han dado la espalda al amor. Lo abandonan antes que pasar otra vez por la misma vieja historia. No pueden soportarlo más. Pero mañana puede venir el amor. Si has tomado una postura basándote en el pasado, el amor no te puede enviar amor. Si la persona correcta llega a ti, entonces debes estar abierta a ello.


Mujeres, tienen que ser fuertes. Tienen que encontrarse a sí mismas. Son vitales para la realización de la conciencia que es esta enseñanza, dado que soy el Maestro del hombre para la mujer. Estoy trayendo a la vida el principio femenino.

¡La mujer debe ser mujer!

En su propia sensación la mujer sabe lo que es ser mujer, pero lo pasa por la pantalla de la mente y las emociones y entonces se confunde acerca de lo que es. La mujer es muy poderosa. Pero no es en absoluto poderosa del modo en que lo expresa en el mundo. No va a llegar a ningún lado en este mundo porque éste está hecho por el hombre. Ella sólo se acopla a él. Sólo compite con él. Siempre va a ser usada por él. No puedes competir con el hombre en este mundo. No tienes esperanzas. Estás siendo manipulada por la conciencia de masas masculina.

¡Debes ser mujer!

En primer lugar, sólo debes hacer el amor por amor y no debes hacer el amor con un hombre emocional. No necesitas que te digan nada más: el amor dentro de ti te informará de cualquier otra cosa.

Entonces debes enseñarles a tus amantes. Con tu tremendo poder sobre el hombre, debes hacer que tu amante sea recto. Debes decir lo que estás haciendo: ‘¡Estoy creciendo en amor y conciencia y no quiero ser infectada ni inyectada con emoción! Muéstrame el amor que ahora sé que es amor. No haré el amor hasta que esté allí.’

Cuando haya suficiente amor en el hombre y cuando en tu ser mujer digas: ‘¡Sí, haré el amor con él!’, úsalo entonces para entregarte total y completamente al amor. Al amor, no al hombre. Entrégate al hacer el amor, usándolo para ti misma, dando tanto como puedas.

Si el hombre se excita y no puede dar mucho, no te desanimes. No te aferres al momento. No te pongas emocional después. No te preguntes adónde está yendo la relación ni te pongas de malhumor porque falló otra vez. Úsalo para ti misma y abandona la emoción. Haz uso de cada ocasión en que haces el amor. Tienes que llegar a estar en el estado correcto.

Haz el amor, no cuando pienses que quieres sino cuando sientas que está bien. Lo que sientas de tu amor te va a guiar. Te conducirá hoy o mañana a alguna persona o situación en la que harás el amor. Estoy hablando acerca del amor y de lo que el amor hará y asumo aquí que cosas tales como la anticoncepción y el riesgo de infecciones sexuales han sido previstas para que no tengas preocupaciones. Entonces, si vas a ir y hacer el amor, hazlo desde lo que sientas dentro tuyo: ¿Hay amor aquí?...Sí, aquí hay amor.

¿Sientes la sensación de ti misma? ¿La estás sintiendo ahora? Es allí donde haces el amor. Esa sensación es la que hace el amor.

Ahora bien, para ustedes, hombres: es así como debería ser cuando van a hacer el amor con una mujer. Deben estar tan quietos interiormente como están ahora conmigo.

La excitación del amor o la pasión aparecerá primero en tu plexo solar. No en tus genitales. Siente siempre esta sutil y maravillosa excitación a través de tu plexo solar. Y sigue sintiéndola allí. Si va a los genitales, te pierdes y empiezas a desear. Vive con la belleza, la sutil excitación en el plexo solar. El resto seguirá naturalmente.

Y tú, mujer . . . Sigue sintiéndolo allí. Eso es romance, el romance está en el plexo solar.

Y, hombres . . . la alegría del olor de la mujer o la fragante anticipación de estar con la mujer está en tu plexo solar. Es allí donde ustedes dos se comunican. Permanece allí. No te preocupes por los genitales. No trates de excitar la conciencia genital: te pondrás emocional. El amor llegará a los genitales sin que lo intentes.

Todos ustedes han oído que hay que hacer que la mujer esté lista para hacer el amor: ése es un sinsentido construido por la mente; no es verdad. La mujer está siempre lista para hacer el amor cuando hay amor. Ustedes mujeres, tienen que saber esto: siempre están listas para hacer el amor cuando hay amor, cuando suficiente espíritu se manifiesta a través del hombre.

Debes empezar a sentir la pasión en tu plexo solar. Obsérvalo por ti mismo. Volvemos a la realidad en la que te sientes a ti mismo. Hazlo ahora. Siente el plexo solar. Siente la alegría o la pasión. Está allí. Ahora. Por debajo de las emociones. Siempre está allí. ¿Lo sientes?

Siente la alegría o la pasión en tu plexo solar. ¿Lo sientes?

Todo tu amor sexual, tu verdadera atracción sexual, del hombre por la mujer, está en el plexo solar, ahora. No hay razón para que estés excitado en los genitales.

Esa hermosa sensación de comunicación entre los principios masculino y femenino está allí en ti ahora. Es allí donde está tu pasión. ¿Lo sientes?

Si alcanzas la pasión en ti cuando estás solo, no debes pensar. No debes fantasear acerca de ello. Debes sentir la pasión sin pensamientos. El pensamiento te saca de la sensación que está allí y te pone en tu imaginación. La sensación es la sensación, no necesita pensamientos.

¿Lo sientes? Siente tu pasión. Siente allí tu anhelo. La otra cara de la moneda de la pasión es el anhelo. Todos estamos anhelando. Todos estamos anhelando amor, vida, unión con nosotros mismos. El anhelo es la pasión por la vida, por estar unido con la vida. Si vemos un pájaro o una flor, podemos sentir nuestro amor por el pájaro o la flor en nuestro plexo solar, porque anhelamos ser uno con esa flor y ese pájaro, no tan fuertemente como anhelamos estar unidos con el hombre o la mujer, pero el anhelo está allí. Anhelamos ser uno con la vida allí donde vemos algo que es hermoso. Y no hay nada más hermoso que el espíritu y la pureza, brillando a través de la mujer o el hombre. Esto crea la verdadera pasión por la unión.

Siente ahora tu plexo solar. Quédate quieto interiormente por un rato y conéctate con la energía de lo que he estado diciendo.

Mantén el esqueleto erguido. Permite que la carne caiga. Observa si puedes sentir la acumulación de tu propia sensación dentro de tu cuerpo. Observa si puedes sentir tu plexo solar. Ese es el centro de la sensación que sientes. Es allí donde tu amor aparece. Allí es donde está.



Barry Long

© The Barry Long Trust

SERGI TORRES - "La Unidad del Amor y el Sufrimiento" -

¿QUE SIGNIFICA DAR MILAGROS A OTROS?


Si somos estudiantes de Un Curso de Milagros®, debemos estar aprendiendo a ser obradores de milagros, ¿no es cierto? Por lo tanto nos ocupamos de dar milagros y ofrecerlos a todos los que se cruzan con nosotros, ¿no es cierto? Esa parece ser la conclusión lógica, sin duda, aunque no sabemos si realmente lo estamos haciendo. ¿Cómo es esto? Si nos preguntaran, podríamos responder:
¿Qué es un milagro, al fin de cuentas? Y si mi "única responsabilidad" como obrador de milagros es aceptar la Expiación para mí mismo (T-2.V.5.1), ¿qué es todo esto de ofrecer milagros y darlos a otros? ¿Cómo ofrezco un milagro, y por qué?
El Curso dice que deberíamos ofrecer milagros:
"En el tiempo, se te ha dicho que obres milagros tal como yo te indique, y que permitas que el Espíritu Santo te traiga aquellos que te andan buscando." (T-15.V.10.7)
"Y ofrecerás milagros debido a que eres uno con Dios." (L-pI.77.1.3)
Para entender lo que significa ofrecer un milagro, tratemos primero de entender qué es un milagro. En una parte el Curso dice, "Un milagro es una corrección que yo [Jesús]introduzco en el pensamiento falso" (T-1.I.37.1), y en otra parte, un milagro parece ser el equivalente de restituir la mentalidad recta (T-2.V.3:1-5). Estos pasajes, y otros, me han llevado a la conclusión que un milagro es la actividad de Jesús o del Espíritu Santo que cambia nuestra percepción desde falsa a verdadera. Lo típico sería que el cambio de percepción quita de nuestra mente alguna forma de culpa, permitiéndonos ver la perfecta inocencia del Hijo de Dios tanto en otros como en nosotros.
El cambio es puramente interno. ¡Aunque de todos modos, todo es interno! Como dice Fred Alan Wolf en la película ¿Qué sabemos? "No hay un 'afuera' afuera," lo mismo que afirma el Curso: "No hay nada externo a ti. Esto es lo que finalmente tienes que aprender, pues es el reconocimiento de que el Reino de los Cielos te ha sido restaurado." (T-18.VI.1.2) Lo que parece ser externo viene de nuestra mente (T-20.VIII.9:4-7), y así, el cambio interno inevitablemente produce un cambio en cómo vemos el mundo, y el milagro que hemos recibido termina siendo ofrecido a otros. No buscamos un cambio en el mundo, pero  cambiamos el mundo al cambiar nuestra mentalidad.
Probablemente preguntes, "¿Bueno, si un milagro es un acto del Espíritu Santo, cómo podré ofrecérselo a otros?" El Curso a veces parece combinar ese acto del Espíritu Santo con su efecto en la mente, el cambio en nuestra percepción. Podemos ofrecer ese cambio a nuestros hermanos y hermanas. "Cada milagro que le ofreces al Hijo de Dios no es otra cosa que la verdadera percepción de un aspecto de la totalidad." (T-13.VIII.5.2)
Por ejemplo, supón que en mi mente he juzgado y condenado a alguien por mentirme. Tal vez lo haya tildado inconscientemente de pecador indigno de mi amor. Entonces, al llevarle la situación al Espíritu Santo, la luz entra a mi mente y cambia mi percepción. ¡De repente, veo que las mentiras de mi hermano no son pecados, sino un pedido de ayuda, que no exigen castigo sino… bueno… ayuda! Después de ese cambio, me encuentro con él sin juzgar. Queda claro por mis palabras o acciones que no lo juzgo. Dicho simplemente, estoy practicando el perdón. Y cuando hago eso, ofrezco un milagro a mi hermano. Con sólo abrirme a la percepción verdadera de mi hermano (que es "un aspecto de la totalidad"), me convierto en obrador de milagros.
Mi hermano previamente recibió mi impresión de que era un mentiroso. Probablemente lo haya juzgado abiertamente por sus mentiras, y él se sintió culpable por ello. Ahora, él se encuentra con que tengo una nueva percepción de él, lo cual le permite recibir esa nueva percepción en reemplazo de la anterior. Él se puede ver a sí mismo como inocente; él puede experimentar el perdón. A través de mí, el Espíritu Santo le está ofreciendo el mismo milagro que Él me ha dado a mí. Por lo tanto, en el milagro algo nos sucede, y compartimos ese algo con otros: "Das el milagro que recibes." (T-25.IX.10.1)
"Nadie puede pedirle a otro que sane. Pero puede permitirse a sí mismo ser sanado, y así ofrecerle al otro lo que él ha recibido. (T-27.V.1.7)
Ofrecer un milagro significa compartir la percepción verdadera que el Espíritu Santo nos ha dado, que es la visión de Cristo:
"Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor." (L-pII.349.Título)
Mirar con la visión de Cristo significa que no juzgamos lo que estamos viendo, y estamos llamados a ofrecer este milagro a todos. Al hacerlo no sólo los liberamos a ellos, sino que nos beneficia a nosotros:
"Ofrece el regalo de Cristo a todo el mundo y en todas partes, pues los milagros que le ofreces al Hijo de Dios a través del Espíritu Santo te sintonizan con la realidad." (T-13.VIII.7.2)
Jesús me da un milagro cuando él me restituye (temporalmente al menos) a mi mente correcta, corrigiendo los errores de mi pensamiento. Yo doy el milagro a otro al aplicar o extenderles aquello que me fue dado. Los veo como el santo Hijo de Dios, a la luz de la verdad, y tal vez le diga o haga algo que le ayude a esa persona a conectarse con su propia mente correcta. Cuando ello sucede el milagro regresa a mí: "Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mí" (L-pII.345.Título). Cuando le doy un milagro a un hermano, y él lo recibe, yo también lo recibo de vuelta:
"Los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla." (T-9.VI.6.3)
En los Evangelios, Jesús dijo, "Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante." (Lc 6:38) Lo que dan, lo reciben de vuelta multiplicado. Ustedes reciben el milagro inicial, cambiando su percepción de un hermano. Ofrecen esa percepción cambiada, mostrándole su inocencia. Cuando lo recibe, convirtiéndose en un receptor del milagro (T-2.V.3:2), el circuito del milagro se completa. Él se libera de la culpa, tú ves los resultados, y sabes que un milagro se ha obrado a través tuyo. Sabes que Dios está en ti, y por lo tanto, la sanación que sucedió en tu mente aumenta y se refuerza. Esta progresión de tres pasos ocurre una y otra vez en el Curso: recibes, das, y recibes más profundamente. "Al dar es como reconoces que has recibido" (L-pI.159.1:7).
Ofrezcamos entonces, día a día, los milagros del perdón a todos en todos lados:
Cuando te sientas tentado de atacar a un hermano, recuerda que su instante de liberación es el tuyo. Los milagros son los instantes de liberación que ofreces y que recibirás. (T-15.I.12:3-4)