DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

BORRANDO ERRORES PASADOS por Judy Allen



Una mujer se encuentra en un cruce de caminos. Se detiene y le pregunta a un lugareño “¿Qué camino debería seguir?”. Después de pensar un poco, él respondió “Bueno, si yo fuera usted, no comenzaría desde aquí”.




¿Alguna vez te has sentido de esta forma? Errores que hemos cometido, quizás errores de errores que van años y años atrás, y ahora los efectos de los errores se han multiplicado; y otras personas pudieron haberse sumado al error original con errores de su propiedad...


Ahora tú te encuentras en un cruce de caminos, en una encrucijada – listo para perdonar y ser perdonado – pero... y si tan solo no tuvieras que empezar desde aquí. ¿No podríamos empezar de nuevo?

Sí. Podemos empezar de nuevo. El Curso promete que a través del perdón borramos para siempre todos los complicados efectos del error original:

¿Podrías perdonarte a ti mismo por hacer esto? (Tú debes perdonarte a ti mismo por el error que percibes “ahí afuera” –no hay nadie más aquí excepto tú mismo. Tú y tu hermano son uno).

Entonces aprende que Dios te ha dado los medios para que puedas regresar a Él en paz. No veas el error. No lo hagas real.
Escoge lo amoroso y perdona el pecado escogiendo la faz de Cristo en su lugar... Pues tal como ves al Hijo, te ves a ti mismo, y tal como te ves a ti mismo, así es Dios para ti.
(Canto De Oración –2.I.3)

La forma para no ver el error es deteniendo nuestra proyección y ver que su fuente se encuentra en nuestro interior, en donde podemos y debemos perdonarla.

Mas una vez que los hayas aceptado como tus propios errores, no te detengas ahí.
Entrégaselos de inmediato al Espíritu Santo para que Él los deshaga completamente, de manera que todos sus efectos desaparezcan de tu mente y de la Filiación en su totalidad.
(T-7.VIII.5:5-6).

No podemos perdonar por nuestra cuenta. Tan pronto como reconocemos la fuente de nuestra proyección, necesitamos pedirle ayuda al Espíritu Santo – ¡y enseguida!

Cuando detenemos nuestra proyección (errores) y se los entregamos al Espíritu Santo, esos errores son deshechos completamente. Esto incluso significa en forma retroactiva – todos los efectos de los errores que hemos visto, desaparecen. Jesús reacomoda el tiempo y el espacio de forma tal que, incluso los efectos del pasado se desvanecen, sin importar cuán dañinos puedan parecer esos efectos. El error nunca sucedió. (Leer T- 2.V.A.11)

Cuando aprendemos a ser Testigos de nuestros juicios y proyecciones y los entregamos para su sanación interior gracias al Espíritu Santo, nuestros errores desaparecen conjuntamente con sus efectos, para siempre.


Sobre La Autora
Judy Allen es facilitadora de turno de los grupos de estudio en línea “Acim® Worldwide” y ha escrito numerosos artículos basados en el Curso, luego de la total sanación de su enfermedad terminal.

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