DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

LA PRIVACION Y LA CULPA






"Sólo tú puedes privarte a ti mismo de algo"


Eres tal como Dios te creo. No resistas este hecho, pues es en verdad el comienzo de la iluminación.  Es despertar del sueño y alcanzar la verdad. Recuerda tam­bién que la negación de este simple hecho adopta muchas formas, y que debes aprender a reconocerlas y a oponerte a ellas sin excepción y con firmeza. Las fases iniciales de esta inversión son con fre­cuencia bastante dolorosas, pues al dejar de echarle la culpa a lo que se encuentra afuera, existe una marcada tendencia a alber­garla dentro de uno mismo, pero debemos recordar que es exactamente lo mismo, pues no hay diferencia entre lo que se encuentra adentro y lo que se encuentra afuera.

Vives en un sueño, eres el autor del mismo, y dentro de ese sueño has hecho que tus hermanos actúen fuera de ti, para poder ver tu culpa inconsciente fuera de ti mediante la proyección. Pero fuera de ti no hay nada más.

Todo lo que veo es MI sueño no el de otra persona, no hay nada ni nadie más que mi proyección. Tus hermanos forman parte de ti y si los culpas por tu privación, te estás culpando a ti mismo. Y no puedes culparte a ti mismo sin culparlos a ellos. Por eso es por lo que la culpa tiene que ser deshecha, no verse en otra parte. Échate a ti mismo la culpa y no te podrás conocer, pues sólo el ego culpa. Culparse uno a sí mismo es, por lo tanto, identificarse con el ego, y es una de sus defensas tal como culpar a los demás lo es.


“Nadie tiene miedo de ellas cuando se da cuenta de que fue el mismo quien las inventó. Lo que mantenía vivo el miedo era que él no veía que él mismo era el autor del sueño y no una de sus figuras. El perdón separa al soñador del sueño nefasto, y así, lo libera".


La culpa que pensaba que estaba fuera de mi, en realidad está en mi. Puedo perdonarme a mí mismo, perdonando a mis hermanos. Entonces mi mente empieza a reconocer que es inocente. El perdón te otorga libertad

“Si perdonas al soñador, y percibes que el  no es el sueño que él mismo tejió, no estás compartiendo con él su nefasto sueño. Por lo tanto, él no puede ser parte del tuyo, del cual ambos os liberáis”


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