No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo
envenenan tu alma y que NO TIENEN FUNDAMENTO.
2.- Honra tus palabras.
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo;
si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente
con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico, y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
3.-Haz siempre lo mejor que puedas.
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás
recriminarte nada o arrepentirte de nada
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida, debes tomarlo personal.
Quien te ofende tiene un veneno que descarga contra ti, por no saber cómo deshacerse de él.
En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida
ese alguien se lastima a sí mismo.
Pero el problema es de Él y no tuyo.
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