DESPERTAR AL AMOR

con un curso de milagros

2012, EL AÑO DEL JUICIO FINAL: LA VISION DE UCDM

En los últimos años, y conforme nos acercamos al año 2012 surgen voces anunciando la idea de que el mundo terminará de forma devastadora. Determinadas evidencias científicas proclaman un cambio en estructuras básicas de la propia tierra como pueden ser una disminución del campo magnetico, un incremento de la frecuencia resonante de la tierraun aumento de la actividad solar
 

Esta idea del fin del mundo ha sido contemplada por la mayor parte de las culturas y de las religiones: Católicos, cristianos fundamentalistas, musulmanes, mayas e incluso practicantes de la Nueva Era.




Las versiones proféticas védicas, católicas, musulmanas y Mayas, entre otras muchas, anuncian que el mundo como lo conocemos se terminará en 2012. Existe una gran variabilidad en los detalles y en la forma en que este mundo ha de terminar, pero podemos sintetizar que de forma genérica, el mundo debe cambiar, necesita una limpieza, pues la forma en que la raza humana le ha tratado, no ha hecho sino atraer desequilibrio, desdicha y desasosiego. Al parecer esta limpieza vendrá venida por un ente superior y se dará a través de procesos naturales. Sólo aquellos que se han preparado espiritualmente serán capaces de sobrevivir y la regeneración producida harán de este un mundo, un mundo de absoluta dicha.


Los mayas predijeron hace miles de años que la gente que ha despertado completará la sagrada misión de la “purificación de la Tierra”. Según ellos, en diciembre de 2012, los seres humanos entrarán en una nueva civilización. Para entonces, todos habrán tenido sus oportunidades, quizás más de una, para reflexionar sobre sí mismos y formar sus propios juicios. Los Mayas no mencionaron la causa que acabaría con el mundo que conocemos. Una cosa es clara: El último día no significará la llegada de ninguna desgracia; en vez de esto, implica una completa nueva conciencia cósmica y una transición espiritual hacia la nueva civilización basada en el amor y la Unidad.

“El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo, en este día la humanidad se tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo y tomando conciencia de todo esta vivo y que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz."


En contraposición a esta idea, y pese al sincronismo en cuanto a la idea de cambio y de retorno a la unicidad y a la Fuente, el fin del mundo se percibe en Un Curso de Milagros, no como algo súbito y devastador con efectos destructores del mundo conocido. Se trata más bien de una situación en la que las ilusiones son eliminadas a través del perdón...



Es Dios, a través del Espíritu Santo, quien con su intervención, nos acompaña en este proceso de des-hacimiento de aquellos pensamientos errados e ilusorios que dieron lugar al mundo:

 “El mundo desaparecerá cuando ya no quede ni un solo pensamiento de pecado.” (M-14.2:10)


Estas palabras no son sino el reflejo del propósito del Curso. En libro del manual del Maestro a lo largo del capítulo 14 se dedica una especial descripción a este tema. ¿Cómo acabará el mundo?


Es evidente y así está descrito a lo largo de este capítulo que el mundo tal y como lo conocemos tiene que acabar.


El mundo acabará con alegría porque es un lugar triste(M-14.5:1)

“El mundo acabará en paz porque es un campo de batalla. (M-14.5:3)


La tristeza y el campo de batalla es nuestra percepción actual del mundo en el que creemos vivir. Un mundo de ensoñación, de separación y de juicio proyectado desde nuestras mentes confundidas y erradas acerca de lo que es el propósito de las cosas. Y justamente advierte al respecto:


“El origen de las ilusiones es la creencia de que tienen un propósito; de que satisfacen alguna necesidad o de que conceden algún deseo.” (M14.1:6)


El “juicio Final” al que hace referencia UCDM es una de las ideas mas atemorizantes de nuestro sistema de pensamiento, debido a que no entendemos lo que significa y a que incluye dos términos que nos aterrorizan: El “juicio” y el “final”.



Nos enfrentamos al “Juicio” de Dios y al terrible momento de la condena por nuestra separación. Pero juzgar no es un atributo de Dios y el juicio sobre el mundo no encierra condena alguna. La culpabilidad nos ha condenado al infierno junto con el mundo, pero Dios nos ha perdonado completamente, y nos ve como solo un Padre puede ver a sus Hijos, libres de pecado y sin propósito alguno. Y al no tener causa ni función ante los ojos de Cristo, el mundo simplemente se disuelve en la nada, allí nació y allí tiene que terminar. 


¿Puede realmente tener fin lo que no tiene principio? El mundo acabará en una ilusión, tal como comenzó. Su final, no obstante, será una ilusión de misericordia. (M-14.1:1-3)


El Juicio Final es la última curación, en vez de un reparto de castigos, por mucho que pienses que los castigos son merecidos. El castigo es un concepto completamente opuesto a la mentalidad recta, y el objetivo del juicio Final es restituirte tu mentalidad recta. El mundo no será destruido, simplemente desaparecerá tal y como lo conoces, y verás un mundo nuevo al cambiar tu percepción sobre él


No será destruido, ni atacado y ni siquiera sufrirá el más mínimo rasguño. Simplemente dejará de parecer que existe.” (M-14.2:11-12).


El otro término que nos aterroriza es la asociación de la palabra "final" con la muerte, y la muerte está asociada con el miedo. Nadie que viva atemorizado puede estar realmente vivo y tienes miedo porque no sabes quien eres. No sabes que el despertar es la superación de la muerte o el triunfo sobre ella. La resurrección es un cambio de parecer con respecto al significado del mundo y la aceptación de la interpretación del Espíritu Santo con respecto al propósito del mundo. Cuando has despertado completamente del sueño de la muerte alcanzas la resurrección:



La resurrección, al ser la afirmación de la vida, es la negación de la muerte. De esta manera, la forma de pensar del mundo se invierte por completo. (M-28.2:1-2)



¿Cómo hemos de prepararnos para ese momento? Extiende el mismo perdón que Dios te extiende a tus hermanos y hermanas, aquel perdón que es capaz de pasar por alto todo error en un hermano e insiste en ver al Ser divino que Dios creó en él. Cambia tu percepción del mundo que ves y míralo con la visión de Cristo y no podrás sino ver la promesa del cambio del mundo tal y como lo conocemos, hacia el Amor, la Paz, y la igualdad. Comienza hoy mismo tu función y permite este cambio en el mundo pues Dios puso en ti las herramientas suficientes para la Salvación. Al extenderlo lo compartes y lo enseñas y llegará el día en el que cada mente separada haya alcance su iluminación o resurrección. Cuando todo el mundo, cuando cada una de las mentes que ha soñado miles de ciclos de vida haya alcanzado este estado de despertar del sueño a través de sus lecciones de perdón, Dios Mismo dará el último paso y dará la bienvenida al Hijo pródigo colectivo de regreso al hogar en la unicidad que en realidad nunca abandonó. 


Si un numero suficiente de nosotros llega a alcanzar una mentalidad verdaderamente milagrosa, este proceso de acortar el tiempo puede llegar a ser virtualmente inconmensu­rable. Es esencial, no obstante, que te liberes a ti mismo del miedo cuanto antes, pues tienes que escapar del conflicto si es que has de llevar paz a otras mentes. (T-2.VIII.7-8)



El juicio final es el único acontecimiento en el tiempo al que el tiempo no puede afectar. Pues libera a todo el mundo de lo que pensaron que hicieron. Es en esta igualdad en la que todos los Hijos de Dios nos reconocemos como una mente única. Nos fuimos como uno y regresamos al Cielo como uno. Y en ese estado no hacen falta más juicios porque Dios no precisa juzgar, y soloo proclama:



Este es el juicio Final de Dios: "Tú sigues siendo Mi santo Hijo, por siempre inocente, por siempre amoroso y por siempre amado, tan ilimitado como tu Creador, absolutamente inmutable y por siempre inmaculado. Despierta, pues, y regresa a Mí.

Yo soy tu Padre y tú eres Mi Hijo" (LE-pII.310.5:1-3)





En estas condiciones, cuando sabes quien eres, aceptarás el mundo real en lugar del mundo falso que fabricaste. El mundo simplemente desaparecerá en un instante, porque cuanto alcanzas la iluminación y dejas el cuerpo a un lado, estás despierto y fuera del sueño, lo que significa que en realidad estás fuera del espacio y del tiempo, por lo que no tienes que esperar la iluminación de tus hermanos. Aunque a otros les pueda parecer miles de años, para ti el final del tiempo ya ha ocurrido, y la espera hasta que todos los demás estén iluminados no es más que un instante.



“Pero el tiempo se detiene y sirve al objetivo...” (M-14.3:3)



Ya no son necesarias más instrucciones. La visión ha sido totalmente corregida y todos los errores han sido deshechos. El júbilo del Cielo ha descendido sobre la tierra. El mundo que conocías ha desaparecido



El ataque no tiene sentido y la paz ha llegado. Se ha alcanzado la meta del programa de estudios. Los pensamientos se dirigen hacia el Cielo y se apartan del infierno. Todo anhelo queda satisfecho, pues ¿qué queda ahora que no tenga respuesta o que está incompleto?

 (M-28.3:4-7)
 

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